Economía doméstica | Cómo gestionarla y qué beneficios genera

Economía doméstica. Una forma de vivir y gerenciar la familia que todos debemos aprender para hacerlo de la manera correcta.

La forma en como organizamos los ingresos, elaboramos un presupuesto e influenciamos a los demás miembros de la familia es esencial si se quiere una vida financiera sana.

Es por ello que este artículo abordaremos la importancia de conducir esta área familiar como se debe.

Comencemos por definir el término.

economía doméstica

¿Qué es la economía doméstica?

La economía doméstica hace referencia al estudio de la economía en el entorno familiar. También se le conoce como economía del hogar.

El modo en que las familias gastan, ahorran e invierten sus recursos financieros. Esta microeconomía (en contraposición a la macroeconomía: teoría económica que estudia la economía global) tiene en cuenta diferentes aspectos de la vida en el hogar y el estilo de vida del núcleo familiar.

Su objetivo es evitar el endeudamiento y fomentar el ahorro para mejorar la calidad de vida familiar. Para estudiarla es necesario considerar todos los agentes financieros que intervienen en la familia: ingresos, gastos, inversiones, ahorros y deudas.

Desde Economipedia la definen de la siguiente manera:

“La economía doméstica tiene su entorno de actuación en el hogar. Los integrantes de la familia, para lograr una buena gestión en cada uno de estos aspectos, tienen que lograr una buena base de conocimiento”.

¿Cuál es la importancia de la economía familiar o doméstica?

Hacerse esta pregunta es importante porque de la forma en como se lleven las cuentas en casa se puede hablar del éxito o fracaso en la familia.

¿Pero, eso no es algo personal? En realidad todo influye. Veamos un ejemplo: Si el padre gana mensualmente 1.000 euros y se van 200 en alquiler, 100 en servicios, más otros 100 en mercado y le quedan libres 600 pero él se gasta en lujitos 550, ese restante de 50 euros no le alcanza para llegar a la otra quincena.

Entonces se ve en la obligación de pedir prestado. Allí se abre una puerta innecesaria.

Supongamos que los hijos también tienen ese comportamiento financiero como su padre y la madres es la que ahorra y trata de estirar el presupuesto hasta donde puede.

¿Qué pasa entonces? Hay un desequilibrio que se traduce en angustias, vivir al día y no de forma planificada, en otras palabras, la economía de este hogar está ahogada en deudas.

Es por eso que el saber calcular todo bien y tomarse en serio la administración en casa dará buenos resultados.

La magnitud de la economía doméstica

A primera vista podría parecer, quizás por el entorno cotidiano en que se desarrolla la economía doméstica, que esta es una gestión sencilla. Sin embargo, no es así.

Hay que aprender a revisar con lupa y sacar:

Como hemos dicho, los temas que cubre esta disciplina son bastante amplios. Esto puede tornarla difícil para el cumplimiento de una buena gestión.

Algunos retos en casa

¿Cómo gastas tú y tu familia? Son de los que viven el hoy o piensan en el futuro.

Sea cual sea el escenario aquí te van unos retos para que la dinámica de ahorro sea más divertida.

  • El reto del consumo sostenible: como hemos mencionado, en ocasiones, abusamos de un consumo excesivo del agua o la luz cuando no las estamos usando. Para revertir esta situación, podemos crear una norma que consista en que, cuando un miembro de la casa sea descubierto por otro haciendo un mal uso de estos recursos, le tocará meter dos euros en una hucha (alcancía) común.

Esto generará conciencia entre todos y el que quede descubierto aprenderá que el ahorro de electricidad es importante. Sobre todo, si esos dos euros estaban pensados para comprar chuches o cualquier cosa.

¿Qué te parece este reto? 

El sobre de la diversión

  • El reto de los sobres de la diversión: los planes de ocio, sobre todo los que no están planificados, pueden suponer gastos superiores a los que en un primer momento imaginábamos. Para evitarlo, a principios de mes, podemos usar un sobre en el que pongamos las previsiones; es decir, una determinada cantidad de dinero en efectivo asignada para cada fin de semana. Podemos contemplar otros, como por ejemplo, para las rebajas. ¡La única regla es no superar la cantidad disponible!

Esto facilitará las cosas al momento de un antojito, que nunca falta, de ese modo se conversa entre todos y se decide si se gasta o sigue ahorrando pensando en el futuro cercano.

Vamos ahora con el tercer reto para mejorar la economía doméstica, se trata de ir a la nevera y dar un vistazo ¿estás listo?

  • El reto de la nevera equilibrada: ¿Cuántas veces has ido al supermercado sin una lista de la compra y al llegar a casa te has dado cuenta de que no habías comprado lo que necesitabas, pero sí otros productos como bollería industrial? Para cuidar nuestro bolsillo y nuestra salud, es útil que tengamos en la cocina una pizarra en la que cada uno de los miembros de la casa apunte los productos que necesita. De esta forma, configuraremos una lista para evitar caer en la tentación y en los gastos innecesarios.

Además de ese modo se evitan compras innecesarias que constituyen más un antojo que algo esencial que por cierto, hace que la compra sea más cara o se olvide comprar lo verdaderamente importante.

Para mantener a salvo esas finanzas en casa toma en cuenta esto:

Si tu deseo tras leer este artículo es poner a salvo tu economía doméstica entonces toma en cuenta lo siguiente:

Reserva una parte de tu dinero para emergencias: Es muy importante tener disponible cierta cantidad de dinero para cubrir aquello que no estaba en la agenda.

Considera invertir tu dinero en un seguro: Todas las inversiones tienen su nivel de riesgo, sin embargo hay opciones que son más seguras.

Si destinas de manera constante como parte de tus gastos mensuales, trimestrales o semestrales, cierta cantidad de dinero para mantener protegido tu hogar, la salud de la familia, su auto y las pertenencias más valiosas, a la hora en que se presenten desafortunados sucesos y que ampara tu seguro, no te verás en apuros económicos.

Usa adecuadamente tu tarjeta de crédito: Trata de no usar mucho tus tarjetas de crédito; recuerda que son para los imprevistos o aprovechar alguna oportunidad que con ellas se ofrezca.

Abre una cuenta de ahorros: Si no tienes domiciliada tu nómina en una entidad bancaria, o cuenta corriente, deposita tu sueldo y organiza tu dinero a través de tu cuenta; así no lo gastarás todo de una vez y lo podrás administrar mejor.

Analiza todas tus fuentes de ingresos

Si es posible, busca otras nuevas. Planea y maneja las finanzas de la familia con tu pareja así ambos estarán enterados de los movimientos de dinero y entre los dos podrán dar buenas y mejores ideas para emplearlo.

Mantén en un lugar seguro todos los documentos de importancia: Tus estados de cuenta, contratos, pólizas de seguro y todo lo demás relacionado con las finanzas y que tenga que ver con tu familia. Es muy importante que tu pareja esté enterada de este lugar, para que así pueda encontrarlos en un momento de emergencia.

Pide asesoramiento: Si crees no poder cumplir con estos consejos para mejorar tus finanzas personales, acércate a alguien de tu confianza y que además tenga conocimiento sobre el tema, como un asesor financiero.

 

 

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