La crisis del hambre se siente en el mundo ¿Será la próxima pandemia?

La crisis del hambre se siente a nivel mundial. ¿Cómo afectó el Coronavirus? ¿Estamos ante la nueva pandemia?

Los precios de los alimentos suben cada día en varios países, por no decir que en el mundo entero debido a la inflación.

Asimismo, la guerra entre Rusia y Ucrania ha desatado una crisis internacional y provocado escasez.

Estos factores han afectado la cadena de suministros, pero, ¿Será el hambre la próxima pandemia?

A finales del mes pasado, Rusia y Ucrania firmaron un acuerdo histórico con las Naciones Unidas y Turquía para reanudar los envíos de granos en un intento por aliviar una crisis alimentaria mundial en la que millones de personas enfrentan hambre.

Con este acuerdo se espera aliviar la severa crisis por el bloqueo naval ruso a Ucrania y las sanciones occidentales a Rusia, que han disparado el precio de los fertilizantes y de la energía.

La crisis del hambre

El secretario general de la Organización de Naciones Unidas, António Guterres, dijo que el acuerdo es algo positivo dentro del caos generado por la guerra.

“Traerá alivio a los países en desarrollo al borde de la bancarrota y las personas más vulnerables al borde de la hambruna. Y ayudará a estabilizar los precios mundiales de los alimentos, que ya estaban en niveles récord incluso antes de la guerra”, sostuvo Guterres sobre la importancia del pacto.

El funcionario llamó a aunar fuerzas contra la crisis alimentaria.

Señaló que se trata de una amenaza al mundo, tal declaración la hizo en la Asamblea General de las Naciones Unidas, en Nueva York (EE.UU.), el pasado 18 de julio.

Pero que siguen más vigentes que nunca y cabe destacarla en este momento.

“Nos enfrentamos a un riesgo real de múltiples hambrunas este año. Y el próximo año podría ser aún peor. Pero podemos evitar esta catástrofe si actuamos ahora, si actuamos juntos para elaborar respuestas políticas audaces y coordinadas”, resaltó Guterres.

Habló sobre la importancia de desbloquear “urgentemente” los recursos disponibles para aumentar la protección social.

De igual forma, el diplomático instó a incentivar a la pequeña agricultura, la agricultura familiar e incentivar a la autosuficiencia.

Por otra parte, el secretario general se refirió a la solución del conflicto entre Rusia y Ucrania como una de las vías a la crisis alimentaria global.

“Es posible evitar la crisis alimentaria si se permiten los fertilizantes y alimentos de Rusia y Ucrania en los mercados mundiales”, afirmó el alto funcionario.

Guterres hizo énfasis en la producción de alimentos y fertilizantes de estos dos países como una parte de la solución para los problemas económicos, la agitación social y los niveles récord de hambre, reseña TeleSur en su web.

la crisis del hambre

Una crisis alimentaria es una crisis de precios | La crisis del hambre

Los precios mundiales de los alimentos se han disparado tras la invasión rusa de Ucrania a finales de febrero.

En Estados Unidos, los precios subieron un 10% interanual hasta mayo, el mayor aumento desde 1981.

Además subieron hasta un récord del 8,9% en la zona euro. En España la subida de precios se ha disparado hasta el 10,8% en junio, un nivel no visto desde 1984.

A nivel mundial, la situación es aún peor: el índice mundial de precios de los alimentos de la ONU se disparó un 23% interanual en junio. En pocas palabras, cada vez hay más personas que tienen dificultades para comprar alimentos. 

Un grito desesperado

Las llamadas de atención de las organizaciones mundiales son cada vez más fuertes y desesperadas.

Según el Programa Mundial de Alimentos de la ONU (WFP, por sus siglas en inglés), 50 millones de personas de todo el mundo están al borde de la hambruna y corren el riesgo de sufrirla, y el director del WFP la califica de “catástrofe alimentaria inminente”.

Cómo ha afectado la guerra entre Rusia y Ucrania: la crisis del hambre

La invasión de Ucrania por parte del presidente ruso Vladímir Putin llevó al sistema alimentario mundial a un punto de ruptura.

Antes de la guerra, Rusia y Ucrania sumaban el 30% del trigo comercializado a nivel mundial.

El 20% del maíz y el 70% del suministro de girasol, según el Programa Mundial de Alimentos de la ONU.

La guerra no solo ha asolado las granjas. Las tropas de Putin han bloqueado la costa ucraniana del mar Negro, impidiendo que productos agrícolas vitales salgan del país.

Mientras tanto, el conflicto y las consiguientes sanciones occidentales a Rusia han disparado los costes de la energía, con una subida del precio del petróleo de más del 40% este año, lo que a su vez hace subir el coste de los fertilizantes.

Impacto de las restricciones

Hablando de las restricciones y sus consecuencias más allá del territorio ruso, podemos decir que a principios de junio, 22 países habían impuesto restricciones a las exportaciones de trigo.

Decisión que representa el 21% del comercio mundial de cereales.

Estas restricciones han hecho que los precios del trigo suban un 9%, aproximadamente una séptima parte del aumento total de precios desde que comenzó la guerra.

En consecuencia de lo citado, el índice de precios de los alimentos, construido por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), un compuesto de cinco índices de precios de grupos de productos básicos, alcanzó su máximo histórico.

De un vistazo a la siguiente gráfica.

¿Quiénes resultan afectados?

Productores e importadores son los que más resultan afectados por estas restricciones en primera instancia, pero sin duda, los tentáculos de este pulpo se extienden por el mundo.

Desde el lado de las importaciones, se encuentran las economías en desarrollo de África, Asia, América Latina y Oriente Medio.

Bangladesh importa el 41% del trigo que consume de la región del Mar Negro. Para la República del Congo, la cifra es del 67% y del 86% para el Líbano.

Con la situación presente, 2.300 millones de personas enfrentan dificultades moderadas o severas para obtener suficientes alimentos, y partes de la población sufren hambrunas catastróficas en partes de Etiopía, Somalia, Sudán del Sur, Yemen y Afganistán. (Fuente: https://www.elblogsalmon.com/)

Alertas que anunciaban la crisis del hambre

Además de todos los factores mencionados anteriormente hay una serie de alertas que mostraban que la crisis venía con o sin virus e incluso inflación.

Se trata de las emisiones de gases de efecto invernadero han desencadenado patrones climáticos imprevisibles, y un informe de la ONU del año pasado concluyó que, para finales de siglo, hasta el 30% de las tierras de cultivo actuales podrían dejar de ser aptas para el cultivo.

Es algo que el mundo ya está viendo ahora.

La grave sequía ha limitado la producción de trigo en los principales estados productores, como Kansas, y los precios del aceite de cocina se han disparado en todo el mundo, gracias a la sequía en Sudamérica que limitó la producción de soja.

Es tiempo de reducir la dependencia de las grandes cadenas

Annabel Symington, portavoz del Programa Mundial de Alimentos sobre la crisis alimentaria mundial, considera que:

“A largo plazo las organizaciones internacionales y los líderes políticos deberían fomentar un cambio hacia una mayor producción local de alimentos”.

Esto con el fin de reducir la dependencia de las cadenas de suministro globales.

En declaraciones al medio Business Insider Chris Barrett, economista y experto en política alimentaria de la Universidad de Cornell dijo que se vienen tiempos interesantes.

Tiempos en los que se debe estar preparado para enfrentar la crisis del hambre y apunta que:

“La Organización Mundial del Comercio debería estabilizar los precios de las exportaciones para evitar “giros locos de los precios”.

Pero independientemente de las medidas que tomen los gobiernos, la vida va a ser más cara para todos nosotros, y mucho más difícil para miles de millones.

“Incluso si estás bien alimentado y todos tus seres queridos y vecinos están bien alimentados, esto te afecta”, concluyó Barrett.

 

 

 

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