Las colas del hambre en España aumentan

Las colas del hambre en España aumentan mientras que las donaciones de alimentos disminuyen.

España es uno de los países europeos conocido por trabajar la tierra y un icono turístico pero ahora es noticia porque una porcentaje de su población está pasando momentos muy duros.

Ver colas largas de gente con niños, adultos mayores y hasta jóvenes aguardando para recibir alimento es algo que no está en la agenda de ninguna nación.

Sin embargo, tras la pandemia del Coronavirus y la cantidad de vidas que cobró en suelo español, otra parte resultó afectada en sus finanzas.

Por eso, ahora se ven estas filas que se conocen mediáticamente como “las colas del hambre”.

Para junio de 2022, las cifras mostraron dos millones y medio de hogares españoles sin acceso a diario a alimentos sanos y nutritivos.

Así lo indicó un estudio realizado por la Universidad de Barcelona.

Un problema estructural agravado por las consecuencias de la pandemia y ahora también por la subida de los precios.

Ya en 2019 casi el 12% de los hogares españoles necesitaban ayuda para comer.

¿Quién los ayuda? | Las colas del hambre en España aumentan

Estas personas son ayudadas por sus círculos más cercanos, como la familia, vecinos y organizaciones no gubernamentales.

Estas últimas se encargan de solicitar ayuda para estas familias sin recursos.

Según el estudio de la universidad, el 57% reciben ayuda monetaria de las administraciones.

Empero, este es el primer estudio que se ha hecho, sobre inseguridad alimentaria en nuestro en España.

Para julio del año pasado más de seis millones de personas tenían dificultades para llevar comida a la mesa, dos puntos más que en el año 2019.

Aunque la situación en el segundo semestre del año mejoró bastante, la altísima inflación, con toda probabilidad, ha hecho que las familias que estaban en la cuerda floja, hayan caído del lado malo.

Esta situación se agravó con la pandemia | Las colas del hambre en España aumentan

Tras los meses de encierro y los dos años que han pasado desde que el Coronavirus llegó a España, las consecuencias todavía se sienten.

Los más afectados por este virus son las familias con hijos, las personas mayores que dependen de las pensiones de jubilación.

Así como los inmigrantes y los solicitantes de asilo y los trabajadores de sectores con gran representación de mujeres, como la hostelería y el empleo estacional.

Estas personas resultaron afectadas de manera desproporcionada y por eso también se les puede ver en las colas del hambre.

Por aquellos días oscuros, las madres solteras, en particular, hablaron de saltarse comidas para asegurarse de que sus hijos no pasaran hambre.

Sin embargo, esto no ha terminado y muchas de ellas continúan haciendo un sacrificio para que sus hijos puedan comer.

Entre tanto, los pensionistas entrevistados en las colas del hambre dicen que las ayudas de la seguridad social, que ya no eran adecuadas antes de la pandemia, ahora lo son menos.

Los datos de la principal red de bancos de alimentos del país, la Federación Española de Bancos de Alimentos (FESBAL), mostraron un aumento del 48 por ciento en los alimentos distribuidos en 2020 en comparación con 2019.

Una cifra que se acerca a los niveles más altos de ayuda alimentaria distribuida desde 2014.

Para ese año, las tasas de desempleo de España alcanzaron su punto máximo tras la crisis financiera mundial.

Los datos de los bancos de alimentos regionales y nacionales mostraron que, aunque la demanda se redujo en 2021, siguió siendo aproximadamente un 20 por ciento más alta que en 2019.

las colas del hambre en España aumentan

Estadísticas de pobreza española

No tenemos todavía datos del año pasado (2021), pero según el Instituto Nacional de Estadística de España, en 2020, un 7% de la población vivía en carencia material severa.

Es decir, más de tres millones de personas, un millón más que en el año anterior (2019).

Se considera situación carencia material severa: cuando una familia no cumple al menos 4 de nueve necesidades básicas:

  1. Sus ingresos no les alcanzan y por tanto, no llegan al final de mes con dinero disponible
  2. No poseen dinero para gastos imprevistos
  3. Cuando han dejado de pagar algún recibo
  4. Que no pueden costearse una semana de vacaciones al año
  5. No se puede dar el lujo de mantener su vivienda con la temperatura adecuada, dado que no tiene cómo pagar los recibos
  6. Comer pescado o carne, dos veces a la semana, es un auténtico lujo que no pueden permitirse
  7. No tienen cómo comprar un televisor
  8. Tampoco tienen acceso a lavadora
  9. Y mucho menos a un teléfono celular

Antoni Cunyat, economista, investigador y profesor de las universidades de Valencia y Oberta de Catalunya que además, los datos del INE señalaban que un 26,4% de las familias estaban en el límite.

“once millones de personas tenían entonces ingresos anuales por debajo del 60% de la renta media. A estos, cualquier contratiempo puede empujarles a caer en la pobreza”, enfatizó.

Las donaciones están disminuyendo

A medida que las colas del hambre crecen, las donaciones están decreciendo.

La demanda de alimentos por parte de personas necesitadas está creciendo de nuevo, una vez superada la pandemia, después de que los precios se han disparado casi un 14 % en el último año.

Un ejemplo de ello son el aceite, los huevos, la leche y el pollo, los cuales alcanzaron o superaran el 20%.

La situación, además, se está agravando debido a que, en algunos casos, también se está produciendo un descenso del número de donaciones de alimentos con respecto a los primeros meses del año.

En Madrid, el Banco de Alimentos empezó a notar, antes del verano, un descenso en las donaciones, que ha terminado traduciéndose en un 40 % menos que en los meses previos al comienzo de la guerra en Ucrania .

Así lo ha dicho a Efe una portavoz de la entidad.

El número de comidas diarias también incrementó

El número de comidas diarias también aumentó antes del comienzo de la época estival, según los últimos registros que maneja el Banco de Alimentos, pasando de 186.000 a 187.000 por día en la Comunidad de Madrid.

Las entidades que colaboran con el Banco de Alimentos madrileño también han comunicado el aumento progresivo de gente que se acerca a por raciones diarias.

De modo que ya “no llegan a final de mes”.

El incremento de los precios también afecta a la compra en origen que realizan este tipo de organizaciones, en tanto que ahora deben gastar más dinero para realizar el mismo acopio de alimentos.

Desde el Ayuntamiento de Madrid han trasladado a Efe que, tras el pico en la demanda de alimentación durante la pandemia a través de la ‘Tarjeta Familias’, una prestación económica municipal para la cobertura de necesidades básicas de alimentación, aseo e higiene de sus beneficiarios, las necesidades se “estabilizaron” con posterioridad.

Así, la cifra de 2.000 tramitaciones nuevas al mes durante la pandemia ha ido descendiendo progresivamente hasta situarse en torno a 1.000 mensuales.

¿Qué  se ha hecho para contrarrestar esto? | Las colas del hambre en España aumentan

El gobierno nacional de España creó en mayo de 2020 un programa nacional de Ingreso Mínimo Vital (IMV), que permite a los solicitantes recibir entre 451 y 1.015 euros al mes en función del tamaño del hogar.

Sin embargo, el nivel de ayuda es demasiado bajo para garantizar un nivel de vida adecuado, según Human Rights Watch.

Y el propio sistema del IMV se ha topado con una serie de problemas.

 

 

 

 

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