Cómo manejar la economía del hogar

Cómo manejar la economía del hogar, una interrogante que lleva al estudio y análisis del comportamiento financiero en casa.

Y es que en el hogar es donde comienza la vida financiera, se fomentan principios como el ahorro, la inversión y el valor del dinero.

Sin embargo, cuando hay un mal manejo de los recursos esa nueva generación de ciudadanos crecen con un pensamiento erróneo sobre las finanzas.

Pero, aún más preocupante, no saben cómo manejarlas a fin que gocen de una vida saludable a nivel económico.

Es por ello que dedicaremos este artículo a impartir herramientas que potencien esa área.

Cómo manejar la economía del hogar

¿Qué es la economía del hogar?

En primer lugar comenzaremos por definir ¿Qué es la economía del hogar?

“La economía del hogar o economía familiar es aquel campo de estudio que se interesa por la gestión y administración de recursos escasos y de uso alternativo en hogares y comunidades”.

En otras palabras podemos decir que es una parte de la economía que analiza cuestiones variadas.

Pero con el factor común del hogar o la familia.

Dado que es imprescindible saber cómo administrar el dinero, cómo gestionar los gastos e ingresos, conocer qué es una cuenta corriente o un tipo de interés.

Por eso, todo lo que pueda aportar en este conocimiento siempre nos será de utilidad.

De ahí que tanto padres como hijos deben tener conocimientos al respecto para crear estrategias que permitan crecer, ahorrar y proyectarse en un futuro cercano, mediano e inclusive a largo plazo.

Dentro de la economía, este ámbito de estudio tiene algunas características.

Las cuales están relacionadas con su definición y que mostramos a continuación:

  • En primer lugar, se centra en la familia y los hogares. Por supuesto, hogares con hijos o sin ellos.
  • Su interés principal son los gastos de los hogares y sus fuentes de ingresos. Para eso tiene en cuenta los diferentes tipos de necesidades como la sanidad, la alimentación o la higiene.
  • El objetivo principal es conocer cómo debe administrarse la economía doméstica para conseguir, por un lado, el tan necesario ahorro, y por otro, una mejor calidad de vida.

Cómo manejar la economía del hogar

Manejar la economía en el hogar pasa por un proceso de planificación en el que es necesario que establezcan prioridades.

Así como se enumere todo aquello que representa un egreso, es decir, dinero que se va en pagos mensuales, compromisos adquiridos previamente, antojos, etc.

Esa gestión, que normalmente es responsabilidad del cabeza o cabezas de familia, tiene como fin satisfacer una serie de necesidades materiales (alimentación, vivienda o ropa, por ejemplo).

Y de igual modo las inmateriales (educación, viajes y ocio, entre otros) de los miembros que conforman el hogar.

En definitiva, la economía doméstica es una microeconomía con un presupuesto para cubrir y proveer las necesidades de sus miembros y conseguir una buena calidad de vida.

Para ello haga varias listas en las que desglose todos los gastos que tiene y así será más fácil identificar cómo sale el dinero, es decir, en qué lo gasta.

Lista de gastos:

A continuación enumeramos una lista de gastos que debe tomar en cuenta para hacer el presupuesto final.

  1. Gastos fijos de primera necesidad. Todo lo que es imprescindible para una calidad de vida básica: vivienda, comida, energía y educación. Son pagos que se pueden domiciliar en una cuenta bancaria.
  2. Gastos fijos necesarios. Todos aquellos que son importantes pero no responden a necesidades vitales inmediatas. Así, por ejemplo, es necesario gastar en ropa y calzado pero estas compras pueden posponerse unas semanas o meses, dependiendo de la situación que atraviese la economía familiar.
  3. Gastos extraordinarios o imprevistos. Son todos aquellos que no estaban recogidos en el presupuesto familiar, precisamente porque no se pueden prever. Una reparación en el hogar o una visita de urgencia al dentista son gastos extra que siempre es más fácil afrontar si previamente se ha ido creando un colchón de ahorro para imprevistos.
  4. Gastos prescindibles. Pueden variar, según la familia y sus necesidades. Al hablar de desembolsos prescindibles se puede considerar el dinero que se dedica al ocio, los viajes o la restauración. Si bien es cierto que no son imprescindibles para sobrevivir, también es importante tenerlos en cuenta porque contribuyen al bienestar o mejoran la calidad de vida.

¿Cómo ahorramos?

¿Será posible ahorrar con tanto gasto? La respuesta es sí, todo es cuestión de planificarse y respetar esa planificación.

Ahora bien, conseguir un ahorro es sinónimo de tener una economía doméstica bien gestionada.

Gracias a éste, una familia puede afrontar gastos imprevistos sin necesidad de endeudarse.

Otra forma de ahorrar es ampliando el patrimonio con la adquisición de bienes inmuebles o invirtiendo en fondos y planes de ahorro o de jubilación.

Pero, ¿Cómo puede ahorrar una familia?

Los ahorros familiares se logran cuando hay un verdadero control del gasto y cuando las prioridades están claras.

A continuación veremos tres puntos importantes en función de esa vida financiera saludable.

  • Control del gasto. Conocer al detalle los ingresos y los gastos mensuales es imprescindible para realizar un control de los mismos y conseguir ahorrar.

Esto se logra mediante el uso de aplicaciones móviles que te permiten monitorear tus compras, a medida que vas llenando la información con disciplina.

Además, puedes categorizar los gastos (comida, energía o vivienda, por ejemplo) y permiten saber en todo momento si la persona se está ajustando al presupuesto que había previsto para cada una de estas partidas.

Pequeños gestos grandes cambios | Cómo manejar la economía del hogar

  • Pequeños gestos hacen la diferencia. Si te determinas a gastar menos en la compra del súper y ahorrar electricidad seguramente verás que vale la pena.

El ahorro es factible y con pequeñas acciones del día a día es posible conseguir un impacto considerable en el ahorro familiar.

Por ejemplo, apagar las luces de las estancias del hogar al salir de ellas, cocinar para varios días o bajar el termostato uno o dos grados son gestos que cuidan tanto del medioambiente como de la economía familiar.

En el caso de la cesta de la compra, es posible lograr ahorros importantes en un capítulo que supone en torno al 20% del gasto familiar en muchos países.

¿Cómo planificar la economía del hogar?

La planificación de la economía doméstica no difiere mucho de la de una empresa.

En ambos casos, el objetivo es el mismo: realizar una gestión eficiente del capital para cubrir los gastos derivados de las necesidades y actividad diaria.

A la hora de planificar la economía de una familia, el primer paso es elaborar un presupuesto en el que se reflejen todos los gastos, diferenciando entre gastos fijos y variables, viendo cuáles son imprescindibles y cuáles son prescindibles.

Y, entre éstos últimos, cuáles nos dan bienestar o calidad de vida y cuáles son superfluos.

Además, tenemos que dejar un margen para los gastos imprevistos, que inevitablemente acaban surgiendo.

Una vez elaborado un presupuesto que recoja todos los ingresos y gastos de la familia, es el momento de empezar a pensar en el ahorro: una buena estrategia para ahorrar es la fórmula del 50/30/20, que recomienda dedicar un 50% del presupuesto familiar a los gastos fijos, un 30% a los prescindibles y un 20% al ahorro.

Importante: El endeudamiento no debe exceder del 35%

Según estudios del BBVA sostienen que el límite máximo de endeudamiento que puede permitirse una familia es del 35% de los ingresos netos mensuales.

Esta cifra debe incluir los gastos derivados de la devolución de todos los préstamos y créditos que se tengan contratados: desde una hipoteca, hasta el pago a plazos de un vehículo o el abono de tarjetas de crédito.

 

 

 

 

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