Evita que tus gastos se disparen con la inflación

Evita que tus gastos se disparen con la inflación

El panorama mundial dice que ahora más que nunca hay que considerar todo lo que sale de las finanzas personales.

Las perspectivas económicas no son positivas.

“Debería reconfortarnos la resiliencia que ha mostrado el mercado durante su larga historia y tenerla muy presente en los momentos más difíciles”, destaca como contrapunto el equipo de economistas de BNY Mellon IM de cara al desenlace de este 2022.

Mientras tanto, el Fondo Monetario Internacional recortó el crecimiento mundial y por países en sus últimas estimaciones de finales de julio.

El ente estima que los precios seguirán altos y los bajos no llegarán hasta al menos el próximo año.

La inflación no deja de apretar y lejos quedan las previsiones de los analistas, que auguraban una inflación transitoria el pasado otoño.

Uno de ellos eran los estadounidenses, quienes pensaban que se trataba de algo breve, pero ya llevan todo el 2022 con niveles de inflación demasiado elevados.

Hacia el otro lado del mundo, en España, el precio de consumo que sitúa la variación anual de la inflación en el 10,2% en junio, esconde una lectura más inquietante para los consumidores.
Y es que el IPC subyacente (el indicador que elimina el efecto de los precios energéticos y los productos de alimentación no elaborados). Esta tasa aumentó hasta el 5,5% en junio, según el Instituto Nacional de Estadística.

Evita que tus gastos se disparen con la inflación

Todo esto ha hecho que disminuya la capacidad de ahorro y de inversión.

Por lo que la calidad de vida se ve afectada y las personas están en busca de cosas nuevas para generar ingresos.

O al menos tratar de mantener lo que tiene sin que la inflación se lo consuma.

Existen fórmulas que, sin ser garantía de pleno éxito, ayudan a aliviar la losa de los precios y a mantener a raya el gasto.

Y de eso se trata este artículo, brindar algunas de esas herramientas para que puedas evitar que los gastos se disparen con la crisis inflacionaria.

Desde Finect, presentaremos algunas de las recomendaciones y claves de asesores financieros.

Evita que tus gastos se disparen

Cambios en el presupuesto

Desde la pandemia planificar los presupuestos se ha hecho común y más necesario.

Dado que sin trabajar las personas tuvieron que administrar sus recursos de la mejor manera posible a fin de no quedarse sin nada.

Aunque ahora hay más libertad y personas activas laboralmente, los peligros de nuevas situaciones de salud global no se han ido.

Las familias se ven obligadas a reajustar las partidas del presupuesto, en el que la alimentación y el transporte ocupan un lugar importante.

El primero se puede adaptar al contexto de inflación con un gasto más comedido, eliminando alimentos que no son básicos o comprando la marca blanca del supermercado en algunos productos.

Además, por mucho que cueste en verano, reducir las salidas a restaurantes y comer en casa se convierten en una fuente de ahorro familiar.

Si ahora mismo estás pensando por qué gastas tanto y no queda para ahorrar, seguro es porque no has hecho un presupuesto. Vives al día.

Natalia de Santiago, autora del libro ‘Invierte en ti’, asegura que el esfuerzo merece la pena:

“El que quiera hacerlo a mano o en excel, fenomenal, pero ya existen aplicaciones como Fintonic y la mitad de los bancos ya te dan herramientas para hacerlo automatizado”.

Eso es lo que dijo en referencia al presupuesto familiar. “La clave es el ahorro y ahí está el primer error del ahorrador común: ver el ahorro como lo que queda en la cuenta a final de mes”.

Reordenar prioridades | Evita que tus gastos se disparen

Sea que una persona viva sola o tenga una familia que depende económicamente de él o ella, tiene que haber orden de prioridades.

En este contexto, los lujos personales que cada quien quiera darse deben estar en el presupuesto y no ser algo espotáneo.

Porque de ser así entonces todos los compromisos pendientes por pagar sufrirán dado que se descompletó el dinero.

Ahora bien, relacionado con el apartado anterior, la subida de precios obliga a pararse a pensar: ¿Cuáles son las prioridades económicas en este momento?

Una buena ayuda puede ser la elaboración de un listado de productos y servicios a los se destinada la nómina mensual.

El ingreso es fijo la mayoría de las veces -el sueldo o la pensión de una persona- y será el punto de partida para identificar gastos superfluos y concentrarlo en las necesidades reales individuales.

Los tiempos de alta inflación empujan a mirar con lupa las ofertas de los comercios, como los supermercados, o exprimir la época de rebajas en tiendas de ropa.

Clave para ganarle a la inflación | Evita que tus gastos se disparen

Aunque parezca extraño o ilógico ganarle a la inflación sí se puede en cierto punto.

Y es que una forma de cubrirse o salirnos con la nuestra es adelantando el gasto de productos no perecederos.

De esta forma, se adquieren al precio actual en previsión de que ese artículo se encarezca si la economía se sigue sobrecalentando.

El orden de prioridades exige desprenderse de ciertos servicios, por lo menos temporalmente, como la suscripción a una plataforma de vídeo o música bajo demanda (Netflix, Amazon).

También, rebajar la temida factura de la electricidad concentrando el consumo en horas valle donde el precio del megavatio es más económico.

Esto aplica especialmente para España donde hay horarios más económicos que otros.

Evitar gastos hormiga

Los meses de inflación se agolpan y esa es la peor noticia posible para los gastos hormiga.

Estos son pequeños dispendios en productos cotidianos. Tan pequeños que no los vemos salir, pero cuando sacamos la cuenta entonces descubrimos que sí afectan.

Los gastos hormiga son comprar café en la calle, el cigarrillo, un postre o un almuerzo.

La mayor parte son evitables o se pueden reducir con productos sustitutivos más baratos. Por ejemplo, cambiar cápsulas de café de marca por las que vende el supermercado con su marca propia.

Diversificar ingresos

Las nóminas del trabajo se mantienen congeladas o, con suerte, crecen levemente.

En todo caso, son muy pocos los empleados que han conseguido una mejora de sueldo a la altura del 10% de inflación acumulada en los 12 últimos meses.

Por ello, generar fuentes de ingresos alternativas se vuelve más esencial.

¿Cuál es la mejor opción? Esa respuesta dependerá de cada quien. Por ejemplo, hay quienes tienen varias viviendas y alquilan una.

Mientras que otras personas optan por productos financieros y de ese modo esperan una rentabilidad en determinado tiempo.

La inversión es la manera más directa de generar esos ingresos extra cuando no tenemos una propiedad inmobiliaria de la que tirar.

Los mercados financieros son accesibles desde cantidades tan pequeñas como un euro.

Por tanto, dan diferentes opciones a los usuarios. Una máxima de la inversión es conocer el perfil de riesgo en el que encaja mejor cada particular, así como el horizonte de inversión (los años que está dispuesto a separar una parte del ahorro en productos financieros con los que invertir).

Así que una vez sepas cuál es tu perfil como inversor decídete a dar el paso y ganarle a la inflación las veces que puedas y sea necesario.

Compra aquellas cosas que no se dañan o vencen y así cuando las necesites no tendrás que volver al supermercado por ellas.

Al tenerlas en casa no será un problema si subió 10 céntimos, 1 euro más o 2 euros más.

 

 

 

 

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