Los funcionarios del Banco Central Europeo dicen que los precios de la energía persistentemente altos podrían retrasar la recuperación de la economía.
Toda vez que ello deje a los hogares con menos efectivo para gastar en otras cosas y reducir los márgenes de ganancias corporativas.
Los economistas de JPMorgan redujeron su pronóstico de crecimiento para el primer trimestre para la zona euro del 1.5 por ciento al 1 por ciento.
Aunque todavía esperan que su economía vuelva a la senda de crecimiento previa a la pandemia para fin de año.
Alemania hizo una inversión multimillonaria que ahora está en pausa
Alemania hizo una inversión en el gasoducto Nord Stream 2 de 11 mil millones de dólares para duplicar los suministros de Rusia.
Más en este momento está todo detenido como parte de las medidas para hacer entrar en razón al presidente Putin.
Alemania dio este paso como parte del retiro de sus plantas de energía nuclear para fines de este año.
Y para lograrlo depende especialmente de las importaciones de gas ruso.
Dicho proyecto se completó el año pasado y esperaba la aprobación de los reguladores, pero ahora se suspendió.
Incremento en los precios del trigo
Hasta los precios del trigo fueron aumentados como consecuencia de este conflicto Rusia vs Ucrania.
Ambos países son productores de dicho cereal y su incremento se debe a que los comerciantes se preocupan por la posibilidad de que se interrumpan los envíos a través del Mar Negro.
Lo que trae problemas a los países del norte de África, donde la volatilidad en el costo del pan en el pasado provocó disturbios y derrocó gobiernos.
Economías en Desarrollo
Por otro lado, las economías en desarrollo, donde los alimentos y la energía pesan más en los presupuestos domésticos, ya han tardado más en recuperarse de la pandemia que sus pares del mundo rico.
También han tenido que aumentar las tasas de interés más rápido para controlar la inflación y evitar la fuga de capitales.
Una gran escalada en el enfrentamiento de Ucrania, que eleva los precios de la energía y los alimentos, podría
“Requerir otra ronda de aumentos”, dijo Elina Ribakova, economista jefe adjunta del Instituto Internacional de Finanzas en Washington.
Los metales son otra área de riesgo
Un conflicto militar o sanciones más punitivas podrían interrumpir las exportaciones rusas de paladio, utilizado para fabricar los convertidores catalíticos que reducen las emisiones de los automóviles, o aluminio y acero, según un informe reciente de Rabobank.
La importancia estratégica de dichos materiales podría hacer que sea menos probable que sean objeto de sanciones occidentales.
Rusia ha trabajado para protegerse de las sanciones
A raíz de la situación de Crimea, Rusia entró en una recesión que desencadenó una crisis financiera.
Desde entonces ha buscado la forma de blindarse para que las sanciones no le afecten.
Una iniciativa que hasta el sol de hoy parece darle fruto.
Parte se su plan ha consistido en alentar la producción nacional, reducir la deuda externa y acumular reservas de divisas que ahora pueden reforzarse aún más gracias al alza de los precios de la energía.
En caso de que no haya un gran conflicto militar, probablemente la economía de Rusia siga expandiéndose.
Empero, Capital Economics pronostica que el crecimiento podría caer por debajo del 1 por ciento.
Más, a largo plazo, las sanciones estadounidenses y europeas probablemente frenarían el potencial de la economía.
¿China, el país ganador? | Conflicto Rusia vs Ucrania
En toda guerra siempre hay un ganador y, en este caso, lo es China.
Más allá de si Rusia de apodera de Ucrania y la invade hay otro ganador en este conflicto bélico, China.
Con todo y que se establezcan sanciones más severas para los rusos, la muralla china será el refugio y mejor aliado.
En este escenario, Rusa buscará alivio económico a medida que se deterioran sus lazos con Occidente. De hecho, China ya es el mayor socio comercial de Rusia, y los países han discutido la construcción de nuevos gasoductos para transportar gas ruso.
Otra fortaleza está el trabajo que ambos países han realizado para construir nuevos sistemas de pagos internacionales que puedan eludir el dólar y, por lo tanto, reducir la capacidad de Estados Unidos para ejercer presión a través de sanciones, además de reducir sus propias tenencias de dólares.