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¿Cómo ser un buen inversionista?

Invertir es el último paso en el cuadrante del dinero y quizá el de mayor riesgo porque requiere confianza, conocimiento y espera.

De modo que al hacer una desembolso de recursos para un proyecto, empresa, negocio, etc, se está poniendo en juego muchas cosas, así que la pregunta que sigue es ¿Cómo lo hago bien? ¿Cómo ser un buen inversionista?

Esta pregunta será respondida a lo largo de estos párrafos con la intención de que tomes en cuenta todo lo que implica dar este paso.

Así cuando lo hayas dado sabrás qué se debe hacer, al menos en la teoría, ya que la práctica es algo que cada quien experimenta de acuerdo a la inversión.

En otra oportunidad, hablamos acerca de los tipos de inversionista y cómo funcionaba cada uno en el sector elegido.

Sin embargo, tras conocer tu perfil inversor hay que dar el siguiente paso: Decidir hacer la inversión, esto se conoce como proceso de decisiones.

Antes de entrar de lleno con el tema vamos a recodar las características de los diferentes tipos de inversor. ¿Con cuál te identificas?

¿Qué tipo de inversionista eres? | Cómo ser un buen inversionista

Antes de empezar a ser un inversionista debes identificarte con el tipo de inversionista que deseas ser y conocer el nivel de riesgo que estás dispuesto a asumir entre los perfiles que destacan en el mundo de las inversiones están:

  • Perfil conservador: quieres que tu dinero comience a trabajar lo más rápido posible, te estresa la posibilidad de perderlo o esperar para ver el fruto de tu inversión.
  • Inversionista moderado: quieres recibir beneficios más altos que los que te ofrece un banco y olvidarte de ese dinero por un período de 1 o 2 años.
  • Inversionista agresivo: te interesan las ganancias elevadas y no temes perder parte de tu dinero.

Como te puedes dar cuenta, no se debe ser ni tan audaz ni tan temeroso en este mundo. Aunque quien no asume riesgos, no sabrá lo que pudo ser.

Generalmente se recomienda comenzar como un inversionista moderado, pero si no quieres arriesgar mucho entonces inicia de manera conservadoraa.

Todo dependerá de ti. ¿Qué prefieres comprar para alquilar o comprar para vender?

cómo ser un buen inversionista

¿En qué invierte una persona conservadora? | Cómo ser un buen inversionista

Este tipo de inversionista deposita su dinero en inversiones moderadas a corto plazo en bonos gubernamentales, deuda, depósitos a plazo fijo y cuentas de ahorros.

Su portafolio suele dividirse entre 70% del capital en un fondo de deuda y 30% en un fondo de cobertura.

El moderado coloca su dinero en instrumentos de deuda (bonos) y fondos de renta variable. Un portafolio clásico incluye 40% en bolsa y un 60% en bonos.

Mientras que el inversionista agresivo deposita sus recursos en la Cartera A, que tiene una asignación de activos del 75% de acciones, 15% de bonos y 10% de materias primas, se consideraría bastante agresiva, ya que el 85% de la cartera está ponderada a acciones y materias primas.

Por tratarse de una inversión agresiva esta podría requerir ajustes frecuentes por las condiciones del mercado. Lo que más recomiendan los expertos es que las personas jóvenes se aventuren a este tipo de inversión.

Puesto que si algo pasa tiene más tiempo para recuperarse, con respecto a una persona mayor que podría colocar en riesgo la estabilidad económica para su vejez.

¿Cómo ser un buen inversionista?

Ahora sí, para ser un buen inversionista debes tomar en cuenta los siguientes elementos.

Recordando que cada uno es imprescindible y que en este mundo financiero el afán y las malas decisiones significan pérdidas grandes de dinero que no volverán.

Lo primero que debes hacer para ser un buen inversionista es tener un objetivo claro. Saber hacia dónde vas te permitirá obtener un mapa de ruta.

Posteriormente, determina cuál es el sector que va más acorde contigo y da el paso. Si eres alguien que se asusta fácilmente entonces espera hasta que consideres estar listo.

Monitorea tu dinero. Así sea que hayas confiando el manejo de los recursos a expertos tienes que estar pendiente.

Al cabo del tiempo que te hayas planteado haz una evaluación del plan inicial y revisa cómo van las cosas.

Finalmente considera si el tiempo de retorno de la inversión te conviene. De ser negativa la respuesta cambia la estrategia o el rubro. Siempre es mejor tomarse una pausa que caer en quiebra.

Resumiendo:

  • Plantea un objetivo:
    Cada inversión que pretendas realizar deberá tener objetivos claros para definir cuál será la estrategia a seguir y posteriormente obtengas resultados visibles.
  • Entra al juego que mejor te convenga: 
    Cuando decidas invertir piensa en aquello que se ajuste al momento de tu vida en el que te encuentras y a tu manera de ser, por ejemplo, si eres una persona muy nerviosa, a la que se le dificulta soportar la presión y además si tu situación actual no es tan sólida como quisieras, económicamente hablando, evita designar tu dinero a algo que implique grandes riesgos.
  • Presta atención a los movimientos de tu dinero: 
    Una vez que hayas confiado tus recursos a un nuevo proyecto o idea, debes estar pendiente del camino que éstos sigan, porque finalmente son tus bienes y el patrimonio de tu familia.
  • Evalúa tu plan: 
    Verifica que los intereses y el costo de comisiones no sea muy elevado, ya que tus finanzas se podrían ver afectadas. Recuerda plantear las dudas que tengas con un asesor financiero.
  • Considera el tiempo de la inversión: 
    Existen tres tipos de plazo para llevar a cabo dicha acción, por lo regular se dividen en corto, mediano y largo. Elegir uno dependerá de lo que quieres lograr con tus recursos, por ejemplo, crear un fondo de ahorros para la educación de tus hijos, ya que ésta es una inversión a largo plazo y una de las más importantes de tu vida.

¿Qué se quiere lograr con la inversión?

Antes de soltar dinero para algo puntual lo primero que hay que preguntarse es ¿Qué se quiere con esta inversión?

Hay que hacerse esta pregunta porque toda decisión financiera conlleva niveles de riesgo que se puede tolerar y una rentabilidad que debe corresponder a lo que se busca.

En ese sentido, debe evaluar cuál es su nivel de tolerancia a las variaciones asociadas al precio de los activos vs lo que espera ganar con la inversión.

Por ejemplo, un inversionista con bajo nivel de riesgo tolerado, probablemente no invertiría en acciones dada la volatilidad de su precio, aún cuando de esta forma podría obtener una rentabilidad mayor. El nivel de riesgo tolerado es una característica de cada persona y del objetivo de la inversión.

De modo que, es relevante conocer que existen instrumentos con distintos niveles de riesgo y, por tanto, distintos niveles de rentabilidad asociada. Por ejemplo, un instrumento emitido por el Banco Central es menos riesgoso, pero la rentabilidad asociada es menor que otras alternativas de inversión.

Garantías y resguardos

Finalmente, otra cosa que debes tomar en cuenta si quieres saber cómo ser un buen inversionista es tener en cuenta que existen resguardos y garantías.

Existen instrumentos que cuentan con garantías específicas de pago, en caso que el emisor no pueda cumplir con sus obligaciones.

Por ejemplo, los depósitos a plazo en moneda nacional o extranjera son garantizados por el Estado en un 90% de su monto total, con tope máximo a pagar de 108 UF.

Monto que considera todos los depósitos mantenidos en el sistema financiero y por una vez en un año calendario, siempre que el titular sea persona natural y se trate de depósitos a plazo mediante documentos nominativos o a la orden.

 

 

 

 

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