Economía española en veremos tras estudios de expertos.
La crisis inflacionaria, los efectos del Coronavirus y las consecuencias de la guerra le pasan factura a España.
El presidente de BBVA, Carlos Torres, no descarta que el país entre en un crecimiento negativo en el último trimestre de este año y que se extendería también al primero del próximo año.
Una situación que dejaría a España en un periodo de recesión [que se produce cuando se suceden dos trimestres consecutivos de decrecimiento en el PIB].
En una entrevista concedida a El Correo este fin de semana, Torres reconoce que España venía de “un momentum muy positivo tras el Covid”.
“y, aunque el crecimiento va a continuar, el efecto de la guerra en Ucrania ha sido grande (…) Será una caída muy relevante frente a las estimaciones que teníamos hace unos meses”, asevera el presidente de BBVA.
Una recesión “técnica”
En su opinión, quizá se pueda dar “una recesión técnica” y “previsiblemente, tendremos crecimientos negativos en el último trimestre de este año y en el primero de 2023”.
El conflicto entre Rusia y Ucrania ha desestabilizado la economía mundial y contribuido con la inflación, la escasez, etc.
Pero más allá de eso hay una latente que no se puede obviar y es la problemática del gas.
Dado que al cortar el suministro de gas ruso España tiene que resolver esa situación y el invierno está cada vez más cerca.
“Vuelvo a la incertidumbre, porque si tuviésemos cortes en el suministro de gas, por ejemplo, las probabilidades de una recesión más prolongada serían más elevadas”, advierte el presidente de la entidad.
Un impuesto que puede tener efecto negativo
El Gobierno español anunció un impuesto al sector financiero y por el que espera recaudar 3.000 millones de euros en los próximos dos años.
Frente a esto Torres no descarta que esta nueva tasa termine por afectar “negativamente” al consumo, inversión y a la recaudación, y defiende que :
“La mejor forma de recaudar más impuestos es que la economía crezca”.
Economía española en veremos
La máxima autoridad del BBVA señala que este es un momento donde todos deben remar hacia el mismo lado y por ello ostenta ese pensamiento respecto al impuesto.
Acota que los bancos tienen un “papel clave de apoyo a la sociedad” algo que hicieron “durante la pandemia y día a día apoyando a familias y empresas a través de los créditos”.
Y eso es algo que valora como miembro de la banca.
Al tiempo manifestó que comprende y comparte la situación con el déficit fiscal y la necesidad de corregirlo.
“Entiendo también y comparto el educir la desigualdad y proteger a los más vulnerables. Y para eso una mayor recaudación ayuda. Pero creo que esta no es la vía más adecuada”, afirma en referencia al impuesto a la banca.
Torres resalta asimismo que las entidades financieras ya tienen un tipo del Impuesto de Sociedades del 30%, cuando “la tasa normal es del 25%”.
El turismo, entre los factores que sostendrán la economía | Economía española en veremos
Hablar de la economía española es también hablar del turismo, el motor de esta.
Y es que tras un primer periodo con un crecimiento del PIB del 0,2%, la segunda mitad del año muestra señales favorables.
Todo gracias al rebote del turismo, el incremento de las exportaciones de bienes y el tirón del empleo.
Sin embargo, el sentimiento económico se deteriora los costos de la energía apagan esa alegría.
Aunado a los problemas de suministros y la caída de la confianza del consumidor por la pérdida de poder adquisitivo.
Funcas mantiene su proyección de crecimiento
A pesar de la situación, la Fundación de Cajas de Ahorros (Funcas) mantiene el crecimiento esperado del PIB en el 4,2%, varía la composición del indicador.
En concreto, la demanda interna solo aportará 2,1 puntos, 1,7 puntos menos que en la previsión de marzo.
Este recorte refleja principalmente la pérdida de capacidad de compra de los consumidores debido a la inflación.
“Los hogares tirarán del ahorro para financiar su gasto, lo que permitirá un leve crecimiento del consumo privado”, ha señalado Carlos Torres.
Acota que la aportación del sector exterior se ha revisado al alza, hasta 2,1 puntos (1,7 más que en marzo), como consecuencia de la recuperación de los ingresos por turismo hasta el nivel previo a la pandemia y, en menor medida, de las ventas de bienes y servicios no turísticos en el exterior.
Según Torres este rebote del turismo, el dinamismo de las exportaciones de bienes y servicios no turísticos y la pujanza del mercado laboral seguirán sosteniendo la actividad en los próximos meses.
Sin embargo, perderán fuelle tras el verano, mientras que las perturbaciones geopolíticas, energéticas y monetarias ganarán peso.
Economía española en veremos y rumbo a una desaceleración
En consecuencia, la economía española registrará una fuerte desaceleración en 2023, con un crecimiento del PIB del 2%, 1,3 puntos menos que en la anterior previsión.
Por su parte, el director de Funcas, Carlos Ocaña, ha insistido en que estas previsiones son muy sensibles a la evolución de la inflación y los tipos de interés; una inflación más elevada o un ajuste de los tipos de interés más rápido resultarían en un menor crecimiento, “un escenario más adverso que no es descartable”.
Pero la economía española no es la única que sufre
Toda Europa está pasando por un momento muy complicado en el que la inflación los azota y la guerra los acorrala.
A pesar de que no son los países involucrados directamente reciben todos los embates dado que Rusia era su principal proveedor de gas.
Lo que ha provocado un aumento considerable en los precios de la energía y el gas.
Tan grave es la situación que Alemania levantó su bandera roja para anunciar que también tiene serios problemas económicos y estas son las razones:
- Las exportaciones del país cayeron un 0,5% intermensual en mayo
- Los precios de las importaciones aumentaron más del 30% en mayo
- Se apilan los indicadores macro negativos en la ‘locomotora’ europea
Tres décadas después, la economía alemana vuelve a comprar más de lo que vende al exterior.
La balanza comercial del país registró en mayo un déficit de 1.000 millones de euros, lo que supone su primer saldo negativo mensual desde 1991.
Al año siguiente a la reunificación, cuando aún se sufrían las consecuencias de la integración de una economía planificada y obsoleta, como la de la RDA, en Occidente.
Previsiones en medio de la crisis
Todas las previsiones recientes rebajan la estimación de 2023 y Funcas sigue esa misma línea: ya no prevé un 3,3, sino un 2%, con lo que recorta 1,3 puntos.
La Comisión Europea anunció el jueves un 2,1% (igualmente -1,3) y ese día BBVA Research fue aún más lejos con un 1,8% (1,5 puntos menos que en su anterior estimación).
En este sentido, Mapfre Economics corrigió igualmente el dato para 2023, del 3% al 2,4%.
A finales de abril, en su último cómputo, el Gobierno preveía un 3,5% en el próximo año, muy por encima de todos estos análisis.
“Este recorte procede del fin del rebote del turismo y del impacto sobre las exportaciones del enfriamiento de las perspectivas económicas en la UE como consecuencia de los riesgos asociados al suministro de gas ruso”, concluye Funcas.
El Dato:
Según el informe de Funcas, el dinamismo del mercado laboral se mantendrá, aunque a un ritmo cada vez menor, en consonancia con la fuerte desaceleración de la economía.
Hasta finales de 2023 se crearán cerca de 600.000 puestos de trabajo, con lo que la tasa de paro bajará del 12%.