El error más común en las finanzas personales | Gustavo Mirabal Castro

El error más común en las finanzas personales

El error más común en las finanzas personales

La pandemia del 2020 ha hecho que todos o al menos casi todos en el mundo se replanteen la forma en como administran su dinero.

Los que solían derrochar porque tenían suficiente y los que estaban acostumbrados a la abundancia se vieron afectados.

De igual modo le ocurrió a quienes no tenían tanto, sin embargo, si algo tienen en común estos tres tipos de personas es que el Coronavirus los puso a pensar.

El que tenía mucho se vio afectado, el que derrochaba se encontró con límites, y el que no tenía casi, pensó dos veces antes de gastar.

Esto ha hecho que surja lo que los analistas han denominado como “los ahorradores pandémicos”.

Una nueva clase de pensamiento que hace que las personas consideren más lo que tienen y empiecen a organizarse financieramente.

Salir a comer, ir al cine, pasear, viajar, estos son hábitos que generalmente se hacían y hacen todavía, pero, ahora con más conciencia.

Hubo quienes aprendieron a abstenerse de estos “antojos”, por darle un nombre, y redujeron sus gastos considerablemente.

La precaución es un hecho hoy día y esto está generando nuevos hábitos según los analistas económicos.

En este sentido, también se habla de que el Covid-19 ha provocado una especie de ahorro forzado, pero en la medida que avanza el proceso de vacunación global y la economía comienza a recuperarse…

Es probable que poco a poco estos ahorradores pandémicos vuelvan a aumentar los niveles de gasto.

Sin embargo, hay un error que se considera el más común en las finanzas personales y a continuación les contamos de qué se trata.

El error más común en las finanzas personales

Cuando hablamos de finanzas personales estamos haciendo referencia a la forma en como se gastan los recursos que se reciben mes a mes, quincena a quincena y semana a semana.

Empero, muchas personas han caído en el error más común y es el considerar que cuando piden un crédito o compran con tarjeta de crédito, no es dinero propio.

Si bien la palabra préstamo hace pensar que la plata es ajena, en realidad, es dinero que luego se deberá pagar.

Por lo que, muchas personas al usar la tarjeta de crédito compran pensando que luego cancelarán y por ese momento es lícito comprar todo lo que quieran.

Así lo ilustra Sofía Gancedo, economista y fundadora de la empresa Bricksave, en declaraciones a la BBC Mundo.

“El error más grande que veo es no tener conciencia sobre lo que realmente es un crédito”, sostiene Gancedo.

Esta experta indica que dicho error se comete en todos los niveles económicos de la sociedad.

La trampa psicológica

Y añade que muchas veces se produce una “trampa psicológica” en que usamos la tarjeta sin pensar que el dinero no es nuestro.

Creando una sensación falsa de comodidad y confort, dado que se piensa que al pagar con dicha tarjeta se está saliendo de un problema inmediato.

Pero lo cierto es que aunque se resuelva una necesidad momentánea, se crea una deuda.

“Conozco gente con muy alto nivel educacional y una carrera exitosa que de pronto te habla del valor de la cuota mensual, cuando eso es un error básico”, agrega la economista Sofía Gancedo.

La experta exhorta a que se piense muy bien antes de usar estos instrumentos financieros “salvavidas”.

Dado que momentáneamente representa un alivio, más al final la persona termina pagando hasta dos veces más el valor de lo que compró.

Y aseguró que el pago mediante crédito y tarjeta de crédito es un ejercicio de educación financiera que comúnmente las personas olvidan.

¿Qué hacer para no caer en el error más común en las finanzas personales?

Tras conocer cuál es ese error que suele envolver a personas de todos los niveles económicos sociales, hace falta preguntarse ¿Qué podemos hacer?

A continuación les sugerimos tres cosas que serán de vital importancia y serán su mejor salvavidas financiero.

Por ello, toma nota y comienza a evaluar de manera interna cómo estás llevando a cabo tus finanzas personales.

1- Análisis, presupuesto y objetivos

Antes de comenzar la construcción de un edificio se hacen cálculos para saber cómo está el terreno, la factibilidad del lugar, y cuánto cuesta.

Una vez que estos pasos están completados entonces la constructora empieza la obra basada en una serie de objetivos que le permitan avanzar y lograr su meta.

De igual modo ocurre en el ámbito financiero: se requiere de análisis sincero sobre el estado de las finanzas.

Posteriormente, hay que hacer un presupuesto para conocer ese terreno, saber cómo está “tu tierra económica”, empezar a abonar las áreas que necesitan mejora. Y así mismo, eliminar toda la “maleza” que está obstruyendo los objetivos.

El presupuesto debe estar enfocado en lo que se gana, lo que se gasta, invierte y otros ingresos adicionales.

Sólo así se tendrá el panorama completo y las estrategias que se implementen de ahí en adelante serán efectivas.

En el largo plazo, es conveniente visualizar dónde quieres estar financieramente en 5 o 10 años más. De esa manera, tus objetivos más específicos estarán en el marco de un horizonte mayor.

A eso se agrega una categoría de gastos extras o imprevistos (y si las condiciones lo permiten, ahorro).

Al poner por escrito el presupuesto, es más fácil ver en qué te gastas el dinero y puedes detectar si te estás sobrepasando en alguna de aquellas categorías.

No tengas miedo a preguntarse si puedes vivir sin eso… El responderte de manera honesta será un verdadero alivio para vuestro bolsillo.

Atrévete a hacer los recortes necesarios.

2- Ponle nombre a tus metas y ahorra en función de ellas

Una meta sin nombre es como subirse a un coche y conducir por la carretera sin saber a dónde vas.

Irás por el camino gastando combustible, dinero en chuches y al final del día, deberás considerar nuevamente la cuota para la gasolina.

Asimismo funciona la vida financiera, nadie ahorra sino sabe para qué, por ello es importante ponerle nombre a esas metas.

Estas se convierten en el motor que te impulsa para guardar dinero cada mes, quincena o semana, eso dependerá de los lapsos que te establezcas.

Lo importante es saber para qué estás haciendo esto y fijarte tiempos con el fin de probar tu fidelidad a ti mismo y la capacidad de cumplir los lapsos establecidos.

Al respecto, la economista Sofía Gancedo sostiene: 

“Al poner por escrito el presupuesto, es más fácil ver en qué te gastas el dinero y puedes detectar si te estás sobrepasando en alguna de aquellas categorías”.

Y explica con referencia al ahorro lo siguiente:

“El ahorro no es guardar lo que me sobra del sueldo. Muchas veces requiere hacer ciertos sacrificios”.

3- Invierta en lo que usted esté dispuesto a perder… ¿Cómo? Aquí te lo explicamos

Toda inversión requiere un monto, esto es un capital en riesgo, porque una vez que se pone en la bolsa, en una acción, etc, está sujeto a riesgos.

Ante este panorama la economista Sofía Gancedo recomienda invertir en un negocio que usted comprenda bien.

Por que de ese modo está dispuesto a “perder” en caso de que las cosas no salgan bien, y al mismo tiempo recuerda, que el dinero de la inversión debe ser aparte del ahorro.

Puesto que el capital de ahorro sirve como colchón financiero para momentos duros.

Mientras que el porcentaje a invertir es un dinero que se está dispuesto a perder.

“Invierte en activos que realmente entiendes y con un monto que estás dispuesto a perder. No asumas riesgos con dinero que necesitas”.

Aprende más de tips de finanzas personales aquí.

 

 

 

 

 

 

 

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