El lado oscuro de las tarjetas de crédito

El lado oscuro de las tarjetas de crédito

El lado oscuro de las tarjetas de crédito

¿Amigas o enemigas? Eso depede del uso que se le de a cualquier instrumento financiero que pretenda sacar del apuro cuando se le necesite.

Si la persona es de las que ama derrochar entonces podría decir que es enemiga. En cambio, si se trata de alguien que la usa con conciencia y es fiel en sus pagos no tendrá problemas.

Pero, si se trata de resolver una emergencia, entonces las TDC entran en el renglón de esos “amigos” que salvan el momento.

Estas tarjetas las otorgan las entidades bancarias y para obtenerlas los clientes de ese banco tienen que cumplir unos requisitos.

Dependiendo de la entidad así mismo serán las condiciones. Sin embargo, hay bancos que sí brindan la opción de tener una tarjeta de crédito fácilmente.

En ese sentido, solo deben tener ciertos movimientos en su cuenta y equis tiempo de antiguedad.

Ahora bien, hay bancos que analizan cuánto gana la persona mensualmente y evalúan sus movimientos en un lapso de tres meses o toman el último mes como referencia.

Luego de esa evaluación deciden si le asignan o no una TDC.

Para las personas resulta aliviador el hecho de contar con algo que les ayude a pagar algo en un momento determinado, sin embargo, si le dan un mal uso se convierte en su verdugo.

¿Qué es un tarjeta de crédito?

Una tarjeta de crédito es un instrumento financiero que permite a sus usuarios tener una cantidad limitada de ingresos, que a su vez son extra a lo que reciben por nómina.

Algunas de las empresas encargadas de la fabricación de estas tarjetas son Visa, MasterCard, AmericanExpress, Discover, UnionPay, JCB y  Mir.

Siendo las más comunes en América Latina y Europa Visa, MasterCard y AmericanExpress.

¿Cómo funcionan?

Las tarjetas de crédito funcionan dinero de las entidades bancarias privadas, es decir, no dependen del Banco Central del país.

Sin embargo, todas las tarjetas tienen un límite de dinero que la persona puede usar y es por ello que una vez que alcanzan el tope dejan de funcionar.

Aunque en ocasiones pueden otorgar un extra crédito, lo cierto es que cuando alcanzan el límite no se permiten más transacciones.

El dinero de la tarjeta de crédito debe pagarse al banco de contado o en cuotas, eso depende de las personas.

Las cuales adoptan un modo frecuente de pago en el que tienen dos opciones: Pagan de contado o cancelan la cuota base y van pagando el resto por cuotas.

Lo que les genera intereses y tienen que cancelar la deuda más los intereses.

Mientras que si se hace un pago total de la deuda no se pagan interesees.

Las TDC facilitan a sus usuarios el hecho de cubrir gastos que por algun motivo en ese momento no pueden con su salario y es por ello que cuando las usan, les preguntan el tiempo en que cancelará la deuda.

Es decir que les preguntan: ¿A cuántas cuotas lo quiere?

Hay un sistema que registra cada compra que hace el usuario en la tarjeta y al que se le indica en cuántas cuotas cancelará.

El lado oscuro de las tarjetas de crédito

Hasta el punto aterior todo va bien y se puede decir que este instrumento financiero es realmente un beneficio para las personas y las empresas, dado que las mismas también tienen posibilidad de tener una TDC.

Sin embargo, es el uso lo que definirá si se trata de algo bueno o malo para cada quien.

En este escenario entran las personas que no saben controlar sus gastos y terminan endeudándose en gran manera gracias a las tarjetas.

Sienten que no pueden vivir sin ellas porque son sus “salvadoras” sin darse cuenta de que están perjudicando sus finanzas personales.

No se dan cuenta de que el próximo salario será pagar las cuotas o en definitiva, pueden perder las TDC dado que están demasiado sobregiradas.

Pero eso no es lo peor, una mala reputación bancaria afecta la capacidad de crédito que el bando le da.

Si la persona no es cumplida con el pago de las cuotas pierde las tarjetas y por ahí de paso se raya en su vida crediticia, por lo que, cuando necesite un préstamo el banco se lo negará.

¿Por qué las personas no se controlan pagando con las TDC?

No se controlan porque quizá aman hacer compras compulsivas (lee nuestro artículado relacionado con ese tema)

Otraa razón es porque están tratando de compensar emociones lastimadas, una emergencia o una pérdida de ingresos.

Inclusive, se puede tratar de una mezcla de todo lo anterior y las personas quieren un momento de alegría en el que sienten que “pueden comprar, tener todo lo que quieren”.

El punto es que las tarjetas de crédito son tan versátiles que pueden volverse en nuestra contra si no cuidamos de ellas.

Lo bueno, lo malo y lo feo, el lado oscuro de las tarjetas de crédito

Lo bueno de tener tarjeta de crédito es que se cuenta con una alternativa para momentos que se neceside un dinero extra.

Hay lugares donde pagar con tarjetas de crédito resulta beneficioso para el usuario.

En este momento donde la pandemia del Coronavirus ha confinado al mundo, las tarjetas de crédito sirven para comprar cosas por internet.

De hecho, facilitan el pago de servicios mediante punto de venta en compras a domicilio.

Las TDC son muy usadas en este momento donde el mundo entero pasa más tiempo en casa.

Por otro lado, quien tiene una tarjeta de crédito se abre a sí mismo historial crediticio, que es el comportamiento de pagos de los créditos en los últimos años.

Cuando el banco analice los movimientos de cuenta y pagos de la persona se dará cuenta si fue fiel a la fecha de pago o si se retrasó.

Esto significa que dependiendo de la conclusión que saque la entidad bancaria creará un perfil del cliente y decidirá si es candidato apto para un crédito o no.

Lo malo en cuanto a tener TDC

Lo malo es que para solicitar una el banco analizará desde cuanto se gana el solicitante y cómo son sus movimientos.

Aunado a que debe tener una cierta estabilidad que le permita al banco creer que puede pagar la cuota de la tarjeta.

Banco que emita a sus usuarios TDC y les brinde dicho beneficio, le está ototgando una especie de préstamo.

Dado que se trata de una cuota de dinero que está disponible en dicha tarjeta y al usarlo deberá amortizarlo con intereses.

Otro dato interesante es que las TDC tienen una cuota de mantenimiento anual y hay bancos que cobran un porcentaje mensual por el solo hecho de tenerla.

Lo feo – el lado oscuro de las tarjetas de crédito

Tener una tarjeta de crédito comprende una bendición o “una carga” que si no se usa con prudencia puede convertirse en un peso muy grande para la persona.

¿Qué queremos decir? Que si un tarjetahabiente hace un uso exagerado de las tarjetas de crédito no sólo se endeuda sino que pone en riesgo cualquier bien que posea.

Dado que si no paga el banco está en la obligación de cobrar la deuda y puede proceder al embargo de alguna propiedad que siva para cancelar lo que debe.

Y allí es cuando se habla de el lado oscuro de las tarjetas de crédito, más eso dependerá del uso que le de cada quien.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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