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¿Qué son los tipos de interés y por qué afectan tanto la economía?

Toda acción tiene una respuesta y así es como funcionan los tipos de interés en el mercado financiero.

Estos existen para garantizar que un préstamo sea cancelado en su totalidad sin que se devalúe el dinero prestado.

En otras palabras los tipos de interés son componentes importantes de cualquier economía funcional.

Ya que tienen un impacto en todo, desde en las tarjetas de crédito y las hipotecas, hasta en los gastos de consumo y la inflación.

Es por ello que cuando se habla de una subida en los tipos de interés los inversores siguen con rigor cuándo se van a anunciar.

Puesto que normalmente, cuando se ajustan, incrementan las oportunidades en los mercados de Forex y acciones.

En este caso vamos a conocer por qué tienen un impacto tan importante dentro de la economía mundial y por supuesto en el ciudadano común o empresarios.

¿Qué son los tipos de interés?

El tipo de interés es aquel que marca normalmente el precio del dinero en una operación, pero también se utiliza para indicar el valor del dinero en términos generales.

Así, por ejemplo, existen diferentes tipos de interés, como los fijados por los bancos centrales de cada país, los de una hipoteca o los de un préstamo personal, por poner los tres más utilizados.

Sin embargo, también existen otros como los oficiales que son establecidos por los Bancos Centrales.

Ahí tenemos el caso del Banco Central Europeo (BCE) para las operaciones interbancarias (el dinero que el BCE presta a los bancos y el que se prestan los propios bancos entre sí).

Incluso hay el tipo de interés legal del dinero, que se aplica a deudas, como cuando Hacienda te realiza la devolución de la renta fuera de plazo.

Dependiendo de su uso, así mismo se construyen estos tipos de interés. Al fin y al cabo, no es igual un préstamo para comprar vivienda que uno entre bancos.

Por esta razón ahondaremos un poco en los tipos de interés más comunes y así comprenderlos mejor.

Tipos de interés de una hipoteca

El tipo de interés en una hipoteca puede ser un tipo fijo o variable.

El segundo es el más habitual y es el que se emplea para más del 56% de las hipotecas.

Este implica que el tipo del préstamo hipotecario irá variando con el tiempo según la evolución de su índice de referencia, al que se suma un diferencial.

Lo más habitual es que se establezcan periodos de revisión semestrales o anuales, en los que se ajustará el tipo a la evolución del índice de referencia.

Así, en el caso de revisiones semestrales, durante seis meses el tipo de la hipoteca será el mismo.

Solo cambiará en el momento de la revisión, y de nuevo será fijo hasta pasados otros seis meses.

En las hipotecas a tipo de interés variable, el euríbor es el tipo de referencia más utilizado.

Y su evolución depende en buena medida de la evolución de los tipos de interés del BCE.

Si hay un elemento que no varía según el tipo de interés que elijas es que de todas todas debes pagar el préstamo.

La diferencia estará en el sistema de amortización, porque esto sí influye más en la manera como vas a cancelar la hipoteca.

¿Qué son los tipos de interés?

Cuando se trata de un préstamo personal

En un préstamo personal, el tipo de interés es el capital adicional que el prestatario se compromete a devolver al prestamista por haberle adelantado el dinero.

Este se calcula normalmente sobre el principal, es decir, sobre el dinero que queda por devolver.

Aquí no existen índices de referencia, sólo un porcentaje que es el tipo a pagar.

Sin embargo, sí que es posible distinguir entre el Tipo de Interés Nominal del préstamo (TIN) y la Tasa Anual Equivalente (TAE).

El TIN es más simple y sólo tiene en cuenta el tipo a pagar, el porcentaje de intereses.

Mientras que la TAE hace homogéneos los periodos de cálculo y liquidación a un año y suma los gastos adicionales del préstamo.

Se trata de la comisión de apertura o la de cancelación anticipada.

Por eso mismo, se utiliza para comparar el interés de productos con diferentes plazos.

Tipo de interés a plazo fijo en el banco

En un depósito bancario a plazo fijo, el cliente entrega a una entidad bancaria una cantidad de dinero durante un período de tiempo, a cambio de una remuneración pactada.

A esto también se le conoce como una especie de ahorro mediante el cual el cliente busca obtener ganancias producto de los intereses generados.

Esta remuneración suele ser un tipo aplicado sobre el capital prestado; se puede pagar al final del período o durante el mismo, en fracciones.

En el caso de los depósitos, el tipo de interés determina la rentabilidad que vamos a obtener por nuestro dinero.

El factor riesgo es clave

Aunque parezca irónico pensar que mientras a más tiempo se planifique el pago es mejor, pero realmente lo es.

Esto ocurre porque hay un factor que es clave en todas las operaciones y se llama: Riesgo.

Lo cierto es que a mayor riesgo, más tipo de interés aplicará el banco.

De ahí que encontramos estos factores: El plazo del préstamo y el tiempo de operación.

¿Qué significan ambas? Te lo contamos a continuación.

En el primero la norma estrella es la mencionada: Cuanto mayor sea el plazo, menor será el tipo de interés.

La razón es que, en las operaciones más cortas, el recorrido de los intereses es menor y también el beneficio para la entidad.

Por eso cuando pides un préstamo a 2 años pagas más que cuando es a 8 años. En el caso de los depósitos a plazo fijo, ocurre justamente al revés.

Ahora bien, cuando hablamos de el tiempo de operación el riesgo sigue siendo clave.

Dado que  es lo mismo pagar una vivienda a 25 años que gastarse 1000 € con una tarjeta de crédito y aplazar el pago.

En principio porque en el primer escenario tenemos una vivienda como activo real que da garantía del pago de la deuda.

Mientras que en el segundo, el porcentaje es más elevado.

En otras palabras, para el caso de una hipoteca estamos hablando de un tipo de interés habitual que se sitúa entre el 1 % y el 4 %.

A diferencia del la tarjeta de crédito a la que se aplica un porcentaje que ronda 24 o 25% de interés.

¿Cuáles son las consecuencias de aumentar los tipos de interés?

Adentrándonos en aguas más profundas es momento de mirar más allá y conocer cuáles son las consecuencias de aumentar estos tipos de interés.

Es decir, por qué afectan tanto la economía.

Generalmente este incremento sucede cuando existe una inflación muy elevada, cosa que hará que resulte más caro para los bancos comerciales tomar dinero en préstamo del Banco Central.

Aquí se forma una cadena que lleva a las entidades bancarias a trasladar costos extra a los empresarios y ciudadanos en general.

Lo que provocará una disminución en el gasto en bienes y servicios por parte de la población en general.

Es decir, el aumento en los tipos de interés afectan a la economía de varias maneras: desde frenar los gastos de consumo y paralizar el crecimiento de las empresas, hasta determinar el valor de la divisa de un país y el rendimiento de los mercados financieros.

 

 

 

 

 

 

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