0 10 min 3 yrs

Gustavo Mirabal el último hombre del champions que falta por elogiar en Estados Unidos; Norteamérica es una nación con gran afición al mundo ecuestre y pionera en el financiero.

De ahí que muchos atletas y empresarios hacen carrera allá, tal es el caso del empresario Gustavo Mirabal Castro.

Quien además de ser abogado de profesión posee gran experiencia en las competencias ecuestres.

Se trata de un hombre que desde niño inició una vida de atleta y se extendió hasta los circuitos estadounidenses.

Hijo de Gustavo Mirabal Bustillos, ex político y abogado, heredó la pasión ecuestre que caracteriza a los Mirabal.

Tenía nueve años cuando decidió dar el primer salto de su vida a bordo de un poni (el caballo para niños).

Posteriormente, lo que comenzó como un hobby tras ver a los jinetes de carreras en el hipódromo se transformó en el primer oficio de su vida.

Gustavo Mirabal el último hombre del champions

Viendo carreras se enamoró del deporte ecuestre

A Gustavo le gustaba ir con su padre al Instituto Nacional de Hipódromos, para ese entonces era el presidente del INH.

Estando allá veía cómo esos jinetes “parecían volar” sobre esos valientes corceles.

Lo que sin duda lo enamora de este deporte del que los norteamericanos son admiradores.

Es así como pasa el tiempo entre las clases y las competencias de salto en el estado Miranda.

Con el tiempo, avanza en sus estudios y viaja a Estados Unidos para seguir la preparatoria.

A su regreso a Venezuela para culminar la secundaria e iniciar la universidad, Gustavo Mirabal continúa con su carrera ecuestre.

Cada etapa a bordo de los diferentes equinos que abordó le llevó un aprendizaje que trascendió de la pista.

“La complicidad que se genera entre jinete y caballo es algo a lo que todo atleta de este deporte debe aspirar, eso es algo único”, contó en una entrevista Gustavo Mirabal.

Para este amante de los caballos cuya vida juvenil transcurrió entre caballerizas, competencias y saltos la relación con el animal es vital para triunfar.

El sabor de la victoria siempre acompañará a Mirabal

En este momento su vida se encuentra totalmente alejada de las pistas de salto y los obstáculos sobre los que debe saltar son financieros.

Es decir, como asesor en finanzas con varios clientes debe saltar sobre las dificultades para velar por los intereses de quienes han depositado su confianza en Mirabal & Asociattes.

Aún así llega en su mente y corazón aquellos momentos de gloria donde subió a lo más alto del podio y levantó la bandera venezolana.

Siempre con las manos arriba y una tricolor con ocho estrellas sobre su cabeza como señal de triunfo y orgullo patrio.

La prensa siempre hizo mención de ese gesto que para todos los presentes era muy agradable.

Ese caraqueño que creció viendo carreras con su padre se transformó en un jinete profesional, uno muy laureado.

“En todas las competencias amateur que participé gané y eso es algo que me hace sentir feliz y orgulloso”, dijo este ex atleta. 

París, Madrid, Londres, Florida, entre muchas otras fueron testigos del talento y la pasión con la que Gustavo Mirabal Castro saltaba sobre sus caballos.

Gustavo Mirabal el último hombre del champions que falta por elogiar

Amante de la vida en familia, de los animales y con una conexión especial con los caballos, Gustavo Mirabal ofreció mucho más.

Y es que desde la infancia tenía un sueño, que aunque parecía de película, decidió hacerlo realidad.

Por eso, tras graduarse de la escuela de leyes en la ciudad de Caracas, Mirabal ejerce un tiempo el derecho.

Anclado en el derecho financiero se proyecta hacia una nueva vida en Estados Unidos, pero esta vez con un doble objetivo.

Seguir compitiendo y al mismo tiempo establecerse para dar vida a su granja.

Todo jinete sueña con tener sus propios ejemplares y ganar competencias, pero el deseo de Mirabal iba más allá.

Este abogado con despacho propio en Caracas se aventura a Estados Unidos para debutar como empresario.

Es por esto que comienza a hacer alianzas y establecer todo para abrir G&C Farm, un centro de entrenamiento ecuestre.

La elegancia y la alta competencia se reúnen en G&C Farm

A pesar de las dudas, de las palabras desmotivantes que le dijeron en algunas ocasiones y de otros venezolanos que no lo creían capaz da ello, en 2009 se hizo realidad.

Wellington, Florida, es el lugar que vio nacer a una de las granjas más prometedoras de ese entonces: G&C Farm.

Sobre esos 4 acres -equivalente a 16.187,43 metros cuadrados-, se construyó una cancha de salto, una caminadora para ocho caballos.

Una caminadora individual y seis potreros.

También una lavandería, un depósito de heno, un cuarto de alimentos y medicinas, y un apartamento de dos habitaciones para los caballerizos.

Aquel lugar resplandeciente lleno de amor, pasión, orgullo y escudería fue el hogar de práctica para muchos jinetes.

“Una de las mejores experiencias de mi vida fue abrir G&C Farm, un lugar maravilloso en el que pude compartir con mis hijos y mi esposa”, contó en una entrevista.

A esta iniciativa que muchos catalogaron como imposible y hasta llamaron a Mirabal “el suramericano loco”, se unieron entrenadores de talla olímpica.

Los cuales le dieron más prestigio y espaldarazo al trabajo de este abogado, jinete y empresario.

Llegaron jinetes de todas partes para ser entrenados | Gustavo Mirabal el último hombre del champions

A medida que fue creciendo y su popularidad comentándose de boca a boca y en notas de prensa comenzaron a llegar atletas hasta de Europa.

Es así como aparece el jinete salto número 1 de España, Sergio Álvarez Moya.

Él y Mirabal se conocieron en una competencia y tras ver el trabajo que estaba haciendo con su granja se fue a Florida.

Allá fue entrenado por nada más y nada menos que Rodrigo Pessoa, hijo de Nelson Pessoa.

Ambos campeones olímpicos, brasileños y con mucho potencial para el deporte que tanto aman.

Rodrigo es ganador de la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de 2004 en el salto individual, obtuvo también medallas de bronce en los Juegos Olímpicos de 2000 y de 1996 en salto por equipos y obtuvo medalla de Oro en los Juegos Ecuestres Mundiales de 1998.

Jinetes formados en G&C Farm | Gustavo Mirabal el último hombre del champions

A lo largo del tiempo G&C Farm consiguió buena reputación en el mundo de los deportes ecuestres.

G&C Farm trabajó con el colombiano Mark Bluman, así como con los brasileños Nelson, Rodrigo y Helio Pessoa.

Fue tanta su excelencia que resultó campeona en las carreras de exhibición con los venezolanos Luis Miguel Martínez, Gustavo Arroyo, Luis Fernando Larrazábal y Pablo Barrios.

Especialmente su apoyo a Barrios, lo llevó al top 25 en el ranking mundial. Para el año 2015, Gustavo Mirabal estableció una sociedad con el atleta olímpico español Sergio Álvarez Moya.

Tras todo este éxito y carrera fascinante como empresario ecuestre, Gustavo Mirabal el último hombre del champions que falta por elogiar en Estados Unidos.

La granja se expande a España y Mirabal toma otro rumbo

Luego de todo lo vivido en Florida Gustavo Mirabal en compañía de su esposa e hijos se mudan a Madrid. Cerrando el centro de Florida.

En la Capital española comenzaron a respaldar de lleno la carrera de Sergio Álvarez Moya y apoyar a los nuevos talentos.

Esta alianza también hizo que Sergio y Gustavo tuvieran caballos en común.

Más Sergio alcanzó el campeonato de Europa a bordo de un ejemplar de Mirabal.

Culminado este ciclo Gustavo Mirabal concluye su carrera como jinete profesional y se retira de las pistas para abocarse a los negocios.

Puesto que como asesor financiero también logró un hito importante y es la expansión de su Despacho por varios países.

Lo que trajo consigo nuevos retos, clientes de varios lugares del mundo y la necesidad de invertir en el mercado árabe.

Razón por la que Gustavo y su familia se mudaron a Dubái para continuar con la labor de asesoría financiera y legal, ahora desde los Emiratos Árabes Unidos.

Gustavo Mirabal, en el centro, y los hermanos Pessoa.

 

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *