Así viven los estadounidenses en medio de la crisis e inflación

Así viven los estadounidenses en medio de la crisis e inflación

El mundo entero pasa por momentos complicados en el área financiera y Estados Unidos no escapa de ello.

La inflación va camino al 10%, las tasas de interés fueron aumentadas y la crisis económica ha golpeado los bolsillos de todos en medio de una pandemia que no baja la guardia.

Pero antes de caer en ese pozo donde se encuentra actualmente el país, hubo un momento de resurgimiento y prosperidad con la impresionante recuperación experimentada, luego de las medidas de emergencia aplicadas por el gobierno del expresidente Donald Trump.

Sin embargo, la esperanza de que las cosas mejoraran tras bajar las grandes cifras de muertes y contagios por Coronavirus se desvanecieron.

Desde el 20 de enero de 2021 la nación dio un giro total gracias a las políticas del presidente Joe Biden.

El auge económico se convirtió en crisis y la peor inflación en cinco décadas ha marcado la gestión del actual mandatario de la Casa Blanca.

En otras palabras, esto quiere decir que los estadounidenses y todos los inmigrantes que viven en ese país pasan por momentos muy intensos.

La población se ha visto obligada a reajustar sus presupuestos para sobrevivir en medio de la escasez, los elevados precios de todos los productos, los combustibles y con una inflación récord de 9,1%.

Además de navegar en la gran incertidumbre actual. ¿Cómo han sobrevivido los norteamericanos?

así viven los estadounidenses

Endeudamiento y recortes

Según un reciente estudio de la Reserva Federal de Nueva York, el 72% de los ciudadanos y residentes en Estados Unidos acudió a sus ahorros para poder hacerle frente a la situación.

Hay quienes lograron ahorrar antes de todo esto y ahora tienen un colchón financiero, mientras otros se han endeudado con los préstamos bancarios.

Incluso han obtenido crédito por medio de sus tarjetas. Muchos emplearon las dos opciones simultáneamente.

Hablemos de consumo | Así viven los estadounidenses

Gracias a la inflación las cosas están por las nubes y lo que antes se gastaba en mercado ahora no alcanza.

Según el economista jefe de Moody’s Analytics, Mark Zandi:

“Hoy las familias norteamericanas gastan casi 500 dólares más cada mes para comprar los mismos bienes y servicios que adquirieron en igual época del año pasado, cuando la escalada de precios fue sustancial comparada con el 2019 y 2020”.  

Entre el 2021 y lo que va de 2022, los consumidores estadounidenses han sumado casi 1.000 dólares mensuales a sus gastos básicos, al tiempo que la mayoría de los salarios se mantuvieron sin cambios.

Con excepción de empresas con alta necesidad de empleados que utilizaron el gancho salarial para atraer fuerza laboral.

La inflación eclipsó los beneficios

En sólo 7 estados, dice la Fed, como California, Florida e Illinois, el salario mínimo subió en 2021 entre 11 y 15 dólares la hora, pero el beneficio que pudo significar en situaciones normales quedó eclipsado por la galopante inflación.

Respecto al segundo trimestre del año anterior, la deuda total de los hogares aumentó un 2%.

El estudio de la Fed reveló además un incremento de 1 billón de dólares (1 trillion en inglés) de la deuda de las familias estadounidenses en el 2021, el mayor desde el 2007.

Sólo en el cuatro trimestre del año pasado el alza fue de 333.000 millones de dólares. En estos momentos, el total asciende a 16,15 billones de dólares (trillions en inglés) y equivale a una deuda individual promedio por encima de los 96.000 dólares.

Un matrimonio con dos hijos, menores de 18 años, debe como promedio más de 250.000 dólares.

Las cuentas se han convertido en una pesadilla tras los aumentos | Así viven los estadounidenses

El sufrimiento en gastos individuales y de familias se ha convertido en los últimos 18 meses en una película de terror con varias partes posiblemente.

Los incrementos de precios han saqueado los bolsillos: gasolina (+59,9%), energía (+41,6 %: la mayor alza desde 1980), servicios de gas (+38,4%).

Electricidad (+13,7%), autos nuevos (+11,4%); los alimentos (+10,4%: mayor aumento desde 1981), servicios de transporte (+8,8 %), camiones y vehículos usados (+7,1%).

Ni hablar de la vivienda (+5,6 %), ropa (+5,2 %) y los servicios médicos (+4,8%), por citar los más relevantes.

Todo esto ha hecho que la población experimente una especie de soga al cuello o asfixia porque sus salarios no alcanzan para cubrir los altos costos.

En este sentido, desde la Fed advierten que la era de la morosidad baja en los pagos ha llegado a su fin.

“El segundo trimestre de 2022 mostró un fuerte incremento en hipotecas, préstamos para vehículos y balances de tarjetas de créditos impulsados en parte por precios en aumento”, comentó Joelle Scally, del Centro de Datos Macroeconómicos de la Fed de Nueva York.

A pesar de esto, no hay una señal que indique algún cambio, al contrario, se habla de un nuevo aumento en las tasas de interés.

Por lo que, las personas cuyo salario se ha estancado por debajo de los 40.000 dólares anuales en EEUU, se verán afectadas en gran manera.

Y es que este era un sueldo que apenas 10 años atrás representaba una garantía para cubrir todos los gastos básicos.

Pero, lamentablemente así viven los estadounidenses en la actualidad.

El consumo y la inflación | Así viven los estadounidenses

Un informe reciente de la Federación Nacional de Minoristas (NRF, por sus siglas en inglés) reveló el comportamiento de los consumidores ante la vertiginosa alza de los precios de productos esenciales.

El 47% de los encuestados compra ahora productos más baratos y necesarios, cuando el margen de ganancia de los minoristas se encuentra en los bienes duraderos, tecnología y artículos de alta gama, lujo o confort.

En el intento de supervivencia en un entorno económico desafiante, la pesquisa da cuenta de que el 45% de los consumidores busca cupones o promociones con más frecuencia, mientras que el 41% acude a las tiendas de descuento.

Por su parte, el 58% ha tenido que endeudarse aún más con los servicios de tarjetas de crédito.

Y algo que ha afectado mucho es que las compañías de crédito [suben considerablemente de un mes a otro y sin avisar] el monto mensual a pagar.

Esto pone en mayores aprietos al consumidor, quien se ve de pronto frente a cuentas que no calculó. Muchos casos culminan meses después en una bancarrota.

El informe mostró que el 40% de los consumidores ha recortado gastos en diversas áreas para cubrir prioridades.

Analistas estiman que se ha producido un colapso en el ahorro, con la tasa de ahorro personal del 8,7% en diciembre del 2021 -debido a las ayudas federales- a un mínimo de 14 años en junio de 3,1%, por debajo del nivel prepandémico.

Las grandes cadenas minoristas y el rumbo de Biden

Por las razones anteriores, los grandes minoristas como Walmart, Target, Costco, entre otros, comenzaron desde hace meses a reducir sus inventarios con el propósito de enfrentar la merma del gasto promedio de los clientes.

Entre las principales causas de la inflación, el 64% de los encuestados señaló al gobierno, seguido por el 42% a las petroleras y el 28% a las manufactureras. En otros sondeos, más del 80% culpa a la administración Biden.

La empresa de servicios de pago American Express señaló que las compras con sus tarjetas de crédito alcanzaron un nivel récord en Estados Unidos. También experimentaron aumentos visa, mastercard, y otras.

Observado desde la óptica del consumo, parece una buena noticia pero, la realidad es muy diferente: el dinero en las cuentas de los estadounidenses no alcanza para gastos usuales y menos extras.

Las personas acuden cada vez más al crédito con elevados intereses en busca de poder liquidar sus cuentas, pero éstas crecen mes tras mes. El destino final, en muchos casos, termina en el impago o envíos atrasados con recargos y penalidades.

Impacto en las subidas de las tasas de interés

La subida de las tasas de interés de referencia a 2,25%-2,50%, desde 0%-0,25% que se encontraban en febrero de este año, genera ahora una retención en los préstamos y más dinero a desembolsar por los prestatarios.

La medida para intentar frenar la inflación pone contra la pared a muchos estadounidenses que no tienen suficiente débito para costear el alto costo de vida. Por otra parte, el rigor del crédito es mayor con altas probabilidades de ahogar, no salvar a los clientes.

 

 

 

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