Economía Amarilla ¿Qué es y cómo funciona?

Economía Amarilla ¿Qué es y cómo funciona?

Innovar para optimizar los recursos y mejorar la productividad así se puede resumir el significado de la economía amarilla.

Así como la economía verde apuesta por el desarrollo sostenible o la economía azul intenta imitar los procesos productivos de la naturaleza, el modelo de economía amarilla se enfoca en optimizar la industria para volverla más rentable.

Y lo que más utiliza para ello principalmente es la tecnología.

De modo que, si hablamos de la psicología del color, el amarillo fomenta la creatividad, es sinónimo de ideas, creatividad y pensamiento crítico.

Además, es el color utilizado para representar capacidades humanas como la inteligencia o el conocimiento. por lo que está relacionado con áreas profesionales como la investigación y la  innovación.

Por todo ello, en los últimos años, al conjunto de actividades productivas centradas en la ciencia y la tecnología se le ha empezado a denominar economía amarilla, así refieren desde el portal del banco Santander.

economía amarilla

¿De qué se trata?

En oreas palabras cuando hablamos de economía amarilla quiere decir hacer más con menos recursos.

Es decir, reducir los costes al mismo tiempo que se aumenta la producción de bienes o servicios, mejorando la competitividad de las empresas.

Y la tecnología es la gran aliada para lograrlo, pues permite incorporar nuevas técnicas y maquinaria capaces de disminuir los tiempos de espera, aportar mayor precisión en los procesos, reducir los fallos o errores, ofrecer más seguridad, entre otras características.

¿Qué ventajas tiene la economía amarilla?

Ahora bien, entre las ventajas que tiene esta es que al incremento en la competitividad del sector industrial también se puede sumar el crecimiento económico.

Debido al aumento de la producción, los países pueden explorar otros mercados con el fin de exportar los bienes o servicios que ahora producen de más.

Otra de las ventajas que tiene este tipo de economía es que al fomentar la innovación tecnológica, surge la necesidad de formar y atraer personal más cualificado.

Lo que fortalece la creación de nuevo conocimiento en la sociedad.

Por otro lado, la desventaja es que supone la pérdida de empleos si la economía amarilla no se desarrolla adecuadamente.

A lo que se añade el riesgo de sufrir fallos técnicos o informáticos a gran escala debido a la dependencia tecnológica.

Pero no solo eso, sino que hay países que no tienen acceso a la tecnología suficiente para impulsar este modelo económico.

Entre otras razones por los altos costes de la misma o la escasa infraestructura existente que dificulta su aplicación.

Características de la Economía Amarilla

El objetivo principal de la economía amarilla es tecnificar procesos productivos para reducir costos sin afectar el bienestar de los empleados y de la población.

De acuerdo con información publicada por el Banco Santander, su meta es arriesgada porque  la economía basada en la utilización de alta tecnología puede provocar desempleo.

 

“Aunque habitualmente la tecnificación de una empresa permite abaratar costes, también puede ir acompañada de una reducción de la plantilla”, dicen desde la entidad financiera.

Optimizar la competitividad es una de las metas | Economía amarilla

La finalidad de la economía amarilla es optimizar la competitividad de las empresas mejorando la capacidad de invención de nuevos productos que redunden de forma positiva en la sociedad, y no en la utilización de tecnología para abaratar costes.

La implementación de esta permite analizar de forma inteligente los datos y actividad de los ciudadanos para la toma de decisiones.

“Las nuevas tecnologías aplicadas en las ‘smart cities’ (ciudades inteligentes), sistemas urbanos que buscan la sostenibilidad económica social y medioambiental, son un ejemplo claro de cómo la aplicación de la tecnología puede generar bienestar, trabajo y riqueza”, acota el Santander.

De esa forma, la ciudad es capaz de adaptarse en tiempo real a las necesidades de la población. Una ciudad estandarte en ese sentido es Singapur que, con más de 5 millones de habitantes, es una referencia de ciudad inteligente.

Se debe crear una mapa de ruta para las personas se vinculen más a la tecnología

Mientras esta economía avanza hay quienes tienen sus dudas porque suponen que la implementación de esta provocará muchas pérdidas de empleo.

Dado que la tecnología “suplantaría” al hombre, pues hasta ahora estos trabajos son realizados por personas.

Así que, si en paralelo no se desarrollan políticas que permitan a las personas migrar hacia un mercado mucho más tecnificado, se puede disparar la tasa de desempleo.

La industria 4.0 puede provocar desocupación si no se diseña una hoja de ruta para la transición. Esta industria contempla las siguientes modalidades:

  • Robótica.
  • IoT.
  • Big Data, Data Mining y Data Analytics.
  • Sistemas Ciber físicos y Ciberseguridad.
  • Realidad aumentada y virtual.
  • Fabricación Aditiva.

Los gobiernos deben adoptar medidas para adaptarse a la Industria 4.0 para evitar o reducir el efecto del desempleo tecnológico.

Una forma en como ha impactado esta tecnología | Economía amarilla

En el mundo del trasporte, la tecnología ha logrado que los vehículos ofrezcan cada vez más prestaciones que facilitan la tarea de los conductores.

Hoy día existen coches autónomos que no precisan de nadie que los conduzca.

En la industria de las comunicaciones -uno de los sectores que más ha innovado en los últimos años gracias a la tecnología- inventos como Internet, las redes sociales, los teléfonos inteligentes, entre otros.

Todo esto ha revolucionado la forma en la que nos comunicamos y consumimos información.

Basta con mirar el impacto de las videollamadas, por citar un ejemplo, hasta hace años era algo que se veía sólo en los Supersónicos, pero hoy es el pan de cada día.

¿Cómo evitar que las máquinas desplacen a los humanos?

La pregunta que surge de todo esto es ¿Qué hacer, cómo evitar que las máquinas no desplacen a los humanos en sus labores?

Algo muy válido y digno de debate, sin embargo, para evitar esto la economía amarilla debe cumplir con ciertas prácticas responsables.

En este sentido, esta debe centrarse en automatizar los procesos y reducir los costes, pero también el bienestar de la sociedad y sean capaces de aportar valor añadido con la invención de nuevos productos o servicios.

Un ejemplo a gran escala de este modelo económico son las smart cities (ciudades inteligentes, en inglés), que usan la tecnología para mejorar la calidad de vida de sus habitantes.

Y, al mismo tiempo, ofrece a las compañías y pymes una oportunidad de negocio para que desarrollen las soluciones tecnológicas necesarias para su funcionamiento.

Dentro de los ejemplos que encontramos para comprender cómo funciona la economía amarilla se encuentran:

Programas informáticos para monitorear y controlar el tráfico en las calles, sistemas de vigilancia a través de videocámaras para mejorar la seguridad o aplicaciones para reducir el consumo energético en los edificios.

Estas son algunas de las características que tienen estos núcleos urbanos y para las que se requiere la creación de nuevos perfiles profesionales, así como de nuevas actividades económicas.

El uso correcto de esta tecnología va de la mano con la mano de obra del ser humano, dado que se pueden complementar mutuamente.

Dado que por más tecnología que haya siempre se requerirá del conocimiento humano para completar ciertas tareas que resultan mejor si se hacen combinando el conocimiento de ambas partes.

Sin embargo, un uso excesivo o inadecuado de este modelo productivo podría poner en riesgo el empleo.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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