Los 3 tipos de mentalidad financiera

Hay quienes dicen que la mente es el mejor lugar para invertir, o más bien que es donde primero debemos invertir.

Un reconocido escritor dijo una vez:

“El activo más poderoso con el que contamos es nuestra mente”. Robert Kiyosaki

Partiendo de esta premisa vamos a dedicar este artículo a ese aspecto que puede ayudarnos a avanzar o retrasarnos: nuestro pensamiento.

El pensamiento es prácticamente imparable, todo el día la mente humana está generando pensamientos, algunos cálculos sostienen que tenemos hasta 70.000 de ellos al día.

Y según una estimación publicada en la revista ‘New Scientist‘, en total cada ser humano puede pensar hasta 10^{80.000.000.000.000} cosas a lo largo de su vida.

Una cifra inimaginable, que incluso supera a la cantidad de átomos que hay en todo el universo.

Estudios científicos indican que en una aproximación hay 10^80 átomos en todo el universo.

La mente un universo que podemos controlar

Eso significa que un ser humano tiene infinidad de pensamientos a lo largo de su vida, y estos pensamientos marcarán el rumbo de su extistencia.

De ellos dependerá si avanza o por el contrario se reprime y vive “atrapado” en sus propias limitaciones mentales.

De ahí la importancia de cultivar un pensamiento positivo y enfocado hacia el crecimiento.

Por algo, personas tan influyentes en el mundo como Robert Kiyosaki sostienen que la mente es el lugar donde los buenos y malos pensamientos conviven, entre tanto, es fundamental invertir en nuestra mente.

En resumen, la manera en como un ser humano piensa, desencadenará sus acciones, sus reacciones y patrones de comportamiento.

Tomando esa introducción como base para lo siguiente, es fundamental que comencemos a pensar de la manera correcta respecto a las finanzas.

Pero, ¿cuál es esa forma correcta?

A continuación vamos a conocer los 3 tipos de mentalidad financiera que marcan el proceder de una persona.

Si te sientes identificado con alguno presta mucha atención a la descripción y al final saca tus propias conclusiones.

Los 3 tipos de mentalidad financiera

La gente piensa de varias maneras, todos tienen sus capacidades, virtudes, defectos y por supuesto modos de proceder ante una acción o momento determinado.

En aras de conocer un poco más esas actitudes, estudiosos del mundo financiero han desfrito tres tipos de mentalidad que influyen en el movimiento de sus cuentas y recursos.

Estos 3 tipos de mentalidad financiera son: Mentalidad de Escasez, Mentalidad de lucha y Mentalidad de Abundancia.

Vamos a describirlos uno por uno para conocer cómo se comporta cada patrón de pensamiento y hacer una evaluación interna.

Mentalidad de escasez – Los 3 tipos de mentalidad financiera

Quienes tienen una mentalidad de este tipo son personas que siempre se quejan, que no les alcanza el dinero para cubrir sus cuentas mensuales, sus gastos personales.

Estos individuos siempre se están comparando con otros, deseando ganarse la lotería o que herede algo que cambie casi que “mágicamente” su vida financiera.

Las personas que tienen mentalidad de escasez no ven más allá de lo que hacen, siepre hay un culpable y nunca se determinan a conocer que en realidad, los únidos responsables de la estabilidad o inestabilidad económica son ellos mismos.

Viven endeudados, sienten que merecen algo mejor pero no se ocupan de tener una planificación financiera, de reducir gastos, de ahorrar.

Sólo viven el momento y cuando la euforia termina se sienten mal nuevamente, culpan al gobierno por las leyes, al patrono por un “sueldo bajo”.

Mentalidad de lucha – Los 3 tipos de mentalidad financiera

Este tipo de mentalidad consiste en una búsqueda insaciable de la felicidad laboral. Ningún trabajo satisface sus necesidades.

Es por ello que siempre está en buscando algo mejor; una empresa que pague más, un jefe que aumente el sueldo.

Este tipo de pensamiento financiero hace que las personas se enfoquen en lo que tienen en vez de disfrutar lo que si tienen.

Son inestables en sus empleos, creen que deben mejorar y no se dan cuenta de que les falta madurar en esa forma de ver las finanzas.

Las finanzas personales son la forma en como un individuo manjera los recursos económicos que posee, cómo los administra.

Y, ese es el principal problema de quienes tienen una mentalidad de lucha: creen que siempre deben estar “luchando” para conseguir una empresa que pague mejor que la otra.

No poseen un plan de ahorro, un sueño que los motive a invertir un porcentaje. Estas personas viven el día a día..

La planificación financiera no está en sus opciones, así como ganan, gastan, y al final del día “este empleo no es lo que yo esperaba, buscaré uno donde paguen más”.

Este modelo de pensamiento atrasa lo que puede ser una buena oportunidad, aunado a que es sinónimo de otros problemas emocionales y hasta psicológicos que puede tener la persona y tal vez no se ha dado cuenta.

Mentalidad de abundancia

La mentalidad de abundancia no tiene nada que ver con cosas esotéricas, nueva era o corrientes espirituales. Todo lo contrario, es un patrón de pensamiento que lleva a trabajar con conciencia.

Siempre pensando en que hay que aprovechar las oportunidades e invertir, tomar riesgos que permitan crecer a nivel personal o empresarial.

Quien tiene una mentalidad de lucha mira más allá, es una persona que ahorra, tiene una planificación financiera, que busca asesoría cuando no sabe qué hacer.

Además está consciente de que su dinero no se puede quedar estático, entonces se abre a la posibilidad de invertir un porcentaje de su sueldo, ahorrar otro y al mismo tiempo cubrir todas sus necesidades.

Con el tiempo, estas personas son las que suelen emprender un negocio, solicitan créditos bancarios para abrir una pequeña empresa y así continúan hasta convertirse en grandes empresarios.

Su mentalidad de abundancia los lleva a pensar en cómo multiplicar sus ingresos sin desbalancear o poner en riesgo el capital destinado para cubrir los gastos personales y los de su familia.

Esto implica alquiler, comida, transporte, pago de colegios, mensualidades por compromisos adquiridos, etc.

Hay que cambiar la forma de pensar

Los grandes empresarios no tienen una mentalidad de escasez o de lucha, y si alguna vez la tuvieron lograron deslastrarse de ese pensamiento hasta conseguir la fórmula para su éxito.

Fórmula que como indica Warren Buffet pasa por conocer bien las capacidades que cada uno tiene y darse cuenta de que aquello que más se ama puede convertirse en el sueño que dará vida a un negocio, una empresa, una fábrica, etc.

El éxito está medido por la forma en como nos vemos a nosotros mismos, limitado o ilimitado de acuerdo como pensamos y esto influye en las cosas que hacemos.

La mentalidad es clave en el mundo financiero. Un empresario sin visión se quedará siempre en el mismo lugar.

Una empresa que no se atreve a explorar nuevos mercados y expandirse está propensa a estancarse u obligada a mantener sus estádares de calidad muy altos si quiere sobrevivir en un mundo tan competido.

Quien logra visualizar su proyecto y se planifica (esto es vital, porque sin planificación no hay orden), se platea objetivos, tiempos y metas.

Estos elementos hacen que ese sueño sea posible, y la forma en como pensemos será la clave para el éxito o el fracaso.