Satisfacción postergada vs gratificación inmediata

Satisfacción postergada

Satisfacción postergada

Las finanzas personales están llenas de consejos y hábitos que si se quiere tener una vida saludable en esa área hay que conocerlos y ponerlos en práctica.

Uno de esos hábitos es el de aprender a esperar para disfrutar ciertas cosas que agradan.

Dado que que si se gasta todo de una vez entonces no sabrá el valor del dinero. El valor del trabajo y por supuesto, la idea o concepto de felicidad será errónea.

Dentro del mundo financiero se habla de una verdad que cualquier persona al ponerla por obra notará un cambio drástico.

Se trata de la satisfacción postergada vs la gratificación inmediata.

Dos formas de ver la vida y la “felicidad” desde un concepto estratégico.

Hay teorías que apuntan a la postergación como el hábito de retrasar algo por miedo al fracaso, pero en realidad, cuando se habla de este término en finanzas se asocia con una felicidad postrera.

Con un mejor resultado en el tiempo, es decir, con reservarse las ganas de gastar rápidamente, solo por vivir el momento.

Satisfacción postergada vs gratificación inmediata

Luego de esta introducción hablemos de los dos conceptos que nos reúnen aquí: satisfacción postergada y gratificación inmediata.

  • Gratificación inmediata. Se trata de aquella satisfacción que recibimos cuando hacemos un gasto en el momento presente. Tiene que ver con aprovechar el momento para recibir algo ¡ya!, no esperamos, queremos recibir esa satisfacción de inmediato, sin importar si es algo de menor importancia para nuestras metas, o incluso si va en contra de ellas.
  • Gratificación postergada. Cuando decidimos que ese momento de satisfacción al adquirir algo se dé en un futuro. Para ello nos basamos en la idea de que quizá no es el mejor momento, o mejor aún, queremos ahorrar en pos de recibir una recompensa mayor.

Lo que tienen en común ambos conceptos es que están asociados al tiempo, un rango determinado para hacer las cosas, este puede ser inmediato o pensarse a futuro.

El qué es más conveniente es un asunto individual, la persona debe decidir si quiere disfrutar el hoy o proyectarse para algo más grande y mejor en el futuro.

Elementos que influyen en la satisfacción postergada y la gratificación inmediata

Además de los factores internos propios de la persona, otra de las cosas que influyen a la hora de tomar una decisión y elegir ese momento para disfrutar existen otros elementos externos.

Los cuales les vamos a contar a contiuación….

1- Personas que influyen

Si quieres disfrutar de algo que sea ya, entonces muchas personas te animarán, te dirán es el momento, ¡qué esperas!, pero ninguno de ellos está en la época donde todo indique si era lo correcto o no.

La emoción del presente puede envolver tanto que se toman decisiones sin medir las consecuencias.

Por otro lado, hay personas que influyen en esa toma de decisiones con sus opiniones al respecto, sin darse cuenta de lo bueno o malo que pueda ser.

Otro escenario común es el no tener un presupuesto, uno del que podríamos guiarnos para saber cuánto nos es posible gastar sin afectar nuestras finanzas.

Por esa razón (la falta de control) es que muchas personas terminan endeudadas, sin haber pensado antes en si en verdad tendrán los recursos para cumplir con el compromiso de pago.

Las reuniones inesperadas

Dentro del presupuesto mensual de gastos, ahorro, inversiones, también debe existir la figura de: recursos para cubrir lo cotidiano y eso incluye las cosas inesperadas.

Como por ejemplo las reuniones familiares que siempre demandan de nosotros un apoyo con algo para compartir.

Y aunque es difícil negarse y mucho más llegar con las manos vacías, es mejor ser honestos y decir no, que se descuadren las cuentas que ya de por sí tenían un nombre asignado, un proyecto, etc.

Por eso, que no te de pena decir que no puedes llevar algo ese día, que tus recursos están comprometidos.

El problema surge cuando por evitar molestias se gasta más de lo que estaba previsto y los cálculos comienzan a fallar.

Es ahí cuando las finanzas personales sufren un vuelco y es necesario revisar qué está pasando.

No es fácil asumir el reto de postergar algo para disfrutarlo a futuro, sin embargo, cuando se hace con conciencia y unas metas claras vale la pena.

“Esta es la vida que yo me merezco” – Recompensa

Un error común en el manejo de las finanzas personales según expertos es el pensar que “merecemos una recompensa” y por lo tanto, “voy a vivir el momento” como dice una canción de Marc Anthony.

Está bien darse una auto recompensa por haber logrado una meta, pero lo correcto es pensar en ese momento adecuado para hacerlo.

Si es ahora entonces procede, pero de lo contrario, si el presupuesto está apretado y esa recompensa va a descompensar todo, entonces prográmalo para después.

Ahorra para que puedas invertir – Satisfacción postergada

Toda persona que quiere emprender comienza por ahorrar, o al menos ese es el deber ser, ya que de acuerdo a sus proyecciones si ahorra equis cantidad de dinero, podrá pedir un préstamo.

Y al pedir ese préstamo entonces dará lugar a ese sueño.

Sin embargo, si por celebrar, sin planificación previa, se gasta lo poco o mucho que tiene, entonces no tendrá la inicial para pedir el préstamo.

Y ahí está el por qué de formar el hábito de la satisfacción postergada.

La emoción del momento durará solamente “un momento” al irse, se llevará consigo el dinero que hayas gastado…

Y cuando aterrices nuevamente en la realidad te darás cuenta de que pudiste hacer algo mejor y tu meta se ve más lejos que antes.

Mientras que, si ahorrabas y esperabas, a pesar de las invitaciones, los deseos por salir y auto recompensarte, habrías llegado a la meta.

Todo por algo mejor… Satisfacción postergada

Obtener a futuro algo mejor es la razón de ser del hábito de satisfacción postergada…

Las incomodidades por no poder gastar dinero o invertir en algo en un tiempo determinado, lo que en sí es un sacrificio, no se compara con la satisfacción que viene después de la espera.

Si este hábito se pone en práctica, controlar nuestros impulsos será aún más fácil…

Dado que el ambiente donde se esté, las personas que busquen influenciar, etc, no serán tan urgentes como para no resistirse.

Al contrario, será un motivo para abstenerse y crecer, de modo que cuando sea el momento se logre la meta y el objetivo sea mayor.

El presupuesto

Todo esto requiere de planificación, elemento esencial en la vida financiera. Sin planificación no hay gratificación.

El hecho de sacar cuentas y organizarse conociendo la diferencia entre pagar los compromisos adquiridos, gastar por ocio, ahorrar e invertir hace que se tome conciencia sobre el uso responsable del dinero.

Si ese presupuesto permite hacer dichos gastos, entonces hazlos, pero si tienes fijada una meta y necesitas ahorrar dinero para ello, sé estricto contigo mismo.

No te pases de los límites que tú mismo has establecido. Nadie dijo que la satisfacción postergada sea algo fácil, esto implica luchar contra las emociones, pero en definitiva, de lograrlo, esa recompensa, esa auto recompensa será más satisfactoria.

A finales de los 60 la Universidad de Stanford hizo un estudio psicológico llamado el “Marshmallow Test”, que consistió en dejar a varios niños en una sala de espera con un Marshmallow  en un plato.

Una mujer los dejaba allí y les pedía que no se lo comieran sino hasta que ella llegara…

Los niños lo miraban, lo olían, lo tocaban pero no se lo comían, pasó un buen rato y algunos se lo comieron.

Pero, quienes esperaron recibieron un Marshmallow más y al dárseles la orden de comer disfrutaron de dos Marshmallow… Eso es esperar el momento y vivir la satisfacción postergada.

Los que se adelantaron a comer, solo comieron uno.

 

 

 

 

 

 

 

 

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