Háblese de Gustavo Mirabal Castro el empresario venezolano que realiza una loable labor de asesoría financiera en Dubái.
Este venezolano que trascendió desde una vida dedicada al deporte ecuestre, las leyes (porque es abogado)-
Ahora es un empresario que guía a otros para invertir, crecer y expandirse en el mercado financiero.
El venezolano que pasó de una vida modesta a ser dueño de granjas de equitación esconde una gran pasión por los caballos.
Se trata de una herencia de amor por estos animales porque su padre es fan del deporte equino.
Sin embargo, con el pasar de los años se preparó en el ámbito de negocios y experimentó ese crecimiento en una faceta como gerente de su propia granja de equitación en Florida.
Con la mirada en la cima
Gustavo Mirabal Castro es un hombre lleno de virtudes, ama a su familia, pone todo su empeño en las labores que realiza.
Y, por si fuera poco, muestra el camino a otros empresarios que confían en su bufete.
Desde que era muy joven, el hijo de Gustavo Mirabal Bustillos, supo que tenía una conexión especial con los caballos, así como su padre.
Luego de graduarse de secundaria decidió continuar con el legado familiar estudiando Derecho y al egresar abrió su propio bufete.
Empresarios privados, particulares y multinacionales se convirtieron clientes de este prometedor bufete que años más tarde se extendería a otras naciones.
Un éxito rotundo.
Háblese de Gustavo Mirabal Castro
Elocuente, inteligente, noble, carismático y comprometido, así es Gustavo Mirabal Castro, el hombre cuya pasión ecuestre lo llevó a importantes podios.
Como jinete representó a Venezuela en diversos certámenes autorizados por la Federación Ecuestre Internacional (FEI) por sus siglas en inglés.
Durante ese periodo de su vida aprendió la disciplina como un principio vital y se arraigó a que sin ella jamás sería lo mismo, por mucho talento que tuviera.
Esto hizo que a los 9 años le dijera a su padre que quería ser jinete y comenzó su trayectoria por las pistas del estado Miranda.
La disciplina se convirtió en una virtud que aprendió producto del esfuerzo, la constancia y el volver a intentar una y otra vez.
Aunado a su ímpetu para hacer las cosas se sumó otra virtud que lo ha llevado a la cima en otras áreas de su vida, estamos hablando de la determinación.
Una integrante de su familia dijo una vez que Gustavo Mirabal es la persona más determinada que conoce y que cuando se propone algo lo logra con firmeza.
El asesor financiero de Dubái
Emprender un negocio no es sencillo, así como encontrar el nicho a invertir, por lo que, se requiere del conocimiento y experiencia de un profesional.
Es por ello que Gustavo Mirabal Castro ofrece su servicio de asesoría en uno de los lugares más importantes del mundo.
Los Emiratos Árabes Unidos se conocen por su influencia económica a nivel mundial, su excelencia y extravagancia de sus edificaciones, así como el modesto estilo de vida de muchos allí.
Llegar hasta el Centro Internacional Financiero no fue cosa de un día para otro, requirió muchos años de preparación, trabajo, constancia y experiencia.
Ahora, este caraqueño, brinda asesoría a empresas internacionales a fin de que crezcan en un mercado tan importante como el del Medio Oriente.
No obstante, a Dubái se le conoce como el puente de conexión con las economías más importantes del mundo, es el gran puerto del comercio, por lo que, su trabajo en esa región es más que loable.
Gracias al éxito de su bufete internacional Gustavo Mirabal Castro hace asesoramiento de impuestos, manejo de capitales de personas y empresas.
Así como un Family Office para gestión de grandes patrimonios familiares. Así como, inversiones inmobiliarias y manejo integral de capitales.
Siempre bajo una visión global y local al mismo tiempo. Es decir, una mirada a lo que pasa en el mercado general, tomando en cuenta el mercado local y todos los aspectos que estén sucediendo alrededor.
Gustavo Mirabal abrió su granja de equitación
Este empresario venezolano vivió en Venezuela hasta que comenzó una nueva etapa de su vida en los Estados Unidos, país donde abrió su primera granja ecuestre.
Wellington, Florida, es el lugar donde este criollo enarboló el tricolor patrio y dejó ver que un venezolano con buen gusto y conocimiento puede lograr muchas cosas.
Para ese entonces era jinete activo de salto ecuestre y con el apoyo de sus seres queridos y conocidos del sector logró hacer realidad el sueño de su infancia: Tener un lugar para entrenar caballos.
Con la mente puesta en el Alto Rendimiento deportivo Gustavo Mirabal Castro se abrió paso entre los empresarios más importantes de ese momento por su visión de apoyo al talento humano y entrenamiento equino.
Su granja fue elogiada varias veces por quienes entrenaban allí, así como por la prensa que la calificó como el “Disney World de los sueños y pasiones ecuestres”.
Con todo lo necesario para entrenar caballos y a los atletas que buscaban mejorar sus números para ir a los Juegos Olímpicos.
El nombre de Gustavo Mirabal retumbó dentro y fuera de su país…
Jinetes como Andrés Rodríguez (Q.E.P.D) saltaron sobre las pistas de G&C Farm y clasificaron a la máxima cita del deporte universal.
Así como él, otros atletas de Venezuela creyeron en el trabajo que Nelson Pessoa y Rodrigo Pessoa junto a Mark Bluman hicieron en dicha granja.
Pero, llegó el momento de extenderse y abrirse nuevos horizontes.
Por lo que, Mirabal se asoció con el español Sergio Álvarez Moya para abrir una locación similar en España.
España lo enamoró con su gastronomía y clima | Háblese de Gustavo Mirabal Castro
Acostumbrado a viajar por su carrera como jinete y trabajo como abogado de un bufete internacional, Gustavo Mirabal voló de Florida a Madrid.
Allá dio rienda suelta a sus planes con Álvarez Moya y continuó con su carrera triunfando en Francia, Londres y España.
Los medios españoles elogiaron su trabajo con el jinete nativo y aplaudieron la apertura de dicho centro de entrenamiento ecuestre.
Fruto de ello varios caballos resultaron campeones en circuitos europeos y este dueto de saltadores fueron reconocidos por sus aportes a la hípica española.
Como era de esperarse, tras tal recibimiento se mudó a ese país para vivir con su familia.
“España es mi segunda casa, amo su comida, sus calles, su gente, aprecio que hablamos el mismo idioma y sobre todo, poder hacer lo que tanto amo”, expresó en una ocasión Gustavo Mirabal.
Este amante de los callos a la madrileña vivió por varios años en la capital española hasta que se retiró de las competencias para darle un giro a su vida.
Algunos ejemplares de la sociedad Mirabal Álvarez continuaron en competencias, pero ahora, Gustavo Mirabal tomaría un nuevo rumbo.
Y ese rumbo lo llevaría a los Emiratos Árabes como un asesor financiero.
Un asesor que venía de ser abogado bancario, durante sus comienzos en Venezuela, jinete y gerente de una importante instalación deportiva.
Con todo ese aprendizaje su vida sirve para guiar a otros en el mundo de los negocios, las inversiones y el manejo de su capital.
¿Por qué todo lo llevó a Dubái? | Háblese de Gustavo Mirabal Castro
La pregunta que te quizá te haces en este momento ¿por qué Dubái y no España?
Y la respuesta a esa interrogante te la da el propio Gustavo Mirabal en el siguiente párrafo.
“La idea es asesorar a clientes del continente asiático el cual está creciendo de forma impresionante y desde los Emiratos estamos más cercanos a nuestros clientes y también son ciudades que les gustan visitar nuestros clientes, así que todo es más fácil”, expresó Mirabal en una entrevista.
Veamos un poco el contexto acerca del por qué Dubái es un destino para invertir.
La región de Oriente Medio, África y el sur de África (MEASA) cuenta con una población de más de tres mil millones de personas.
Además de una conectividad móvil en continuo crecimiento y niveles cada vez mayores de comercio e inversión.
MEASA requiere servicios financieros más extensos y sofisticados, lo cual brinda una oportunidad para las empresas innovadoras del sector de las finanzas.
“A medida que el comercio y las inversiones aumentan, también se abrirá un creciente mercado para la banca mayorista y los mercados de capitales”, señalan desde https://www.visitdubai.com/
Esto sustenta la posición de Dubái en el mapa como núcleo entre todos los principales mercados de la región.
Y ese es el motivo por el que más de 350 mil millones de dólares en comercio pasan por Dubái cada año.
Desde ese mismo portal web sostienen que “una gran proporción de la población sigue sin tener cuenta bancaria”.
En este sentido, el potencial de los productos de tecnología financiera es gigantesco.
Dubái, núcleo de economía mundial
Con un crecimiento continuado, la banca mayorista y los mercados de capital cobrarán cada vez más importancia, situando a Dubái en posición de ventaja como núcleo global del intercambio comercial.
Dada su preparación en el ámbito de finanzas Gustavo Mirabal abre su oficina en el DIFC, el lugar más importante y reconocido de este emirato, así como una sede de su Despacho en Abu Dhabi.
“El día que inauguramos la oficina muchos clientes vinieron para celebrar el nuevo comienzo en este lugar”, contó Mirabal.
El Centro Financiero Internacional de Dubái (DIFC) alberga 17 de los 20 principales bancos del mundo, siete de los principales despachos de abogados.
Así como 13 de las empresas de gestión de patrimonios privados más prestigiosas del mundo.
Se trata del centro regional predilecto de algunas de las instituciones bancarias más respetables del mundo, como Barclays, Citibank, HSBC y Standard Chartered.
Empresas que en conjunto, operan 85 sucursales en la ciudad, mientras que los gigantes de las tarjetas de crédito Visa y MasterCard también tienen sede en Dubái.
La rentabilidad bancaria sobre el capital en la región MEASA es un 50% superior de media que en Europa y en EE. UU.
Además el margen medio de los principales productos financieros es un 33% mayor que la media global.
Dato curioso
El mercado combinado de la región MEASA ha crecido tres veces más rápido que los mercados desarrollados en los últimos 20 años y cuenta con un crecimiento proyectado del 4,6% al año en los próximos cinco años.
Oportunidad para invertir | Háblese de Gustavo Mirabal Castro
Dubái cuenta con el mayor número de inversores y capitalistas de riesgo de la región.
Las plataformas de financiación conjuntas y la cartera de productos de inversión a menor coste abren las puertas a las inversiones.
Y también ofrece la posibilidad de invertir a ciudadanos de ingresos medios y medio-bajos.
El aumento del préstamo de crédito, un creciente interés en capital privado y un mayor capital de riesgo también están ayudando a fomentar el crecimiento en el mercado medio.
Con todo esto más claro es posible comprender por qué la importancia de que un asesor del calibre de Gustavo Mirabal pusiera la mirada en esta región.
Su presencia en los Emiratos tiene que ver con el potencial de la zona para sus clientes.
Clientes que quieren innovar, penetrar en nuevos mercados y ser parte del mover económico.
Cuando se le preguntó por qué se fue a este emirato respondió que quería mantener esa cercanía y atención exclusiva a sus clientes:
“Y darles una plataforma diferente a nuestros clientes aprovechado los benéficos fiscales y de residencia que brinda los Emiratos”, acotó.
Como en el Reino Unido
La primera pregunta para quien no sabe nada del mundo árabe, su cultura, formas de hacer negocio, etc., es ¿Cómo puedo proteger mi inversión?.
En este sentido, para garantizar la seguridad jurídica a los inversionistas, los Emiratos Árabes Unidos han creado un marco legal que favorece al extranjero.
Los empresarios que se instalen en Dubái cuentan con un marco jurídico basado en las normas del Reino Unido.
Por ello, en el Centro Financiero Internacional hay un grupo de juristas con la mejor formación traídos de los países más avanzados en gestión económica para cubrir los puestos en Dubái.
Así que si ocurre alguna situación legal importante, ofrecen un centro de arbitraje propio donde las disputas serán resueltas en consonancia con la legislación internacional.
Dicho marco normativo y judicial de primera categoría está compuesto por:
- La Autoridad de servicios financieros de Dubái (DFSA)
- Órganos judiciales de los Tribunales de Dubái
También forma parte los Tribunales del DIFC y dos centros de mediación.
Como son la sucursal dubaití de la Corte de Arbitraje Internacional de Londres (DIFC LCIA) y el Centro de Arbitraje Internacional de Dubái (DIAC).
El último aspecto que Gustavo Mirabal consideró para mudarse a este Emirato Árabe es que, Dubái sirve como punto de conexión aérea entre Medio Oriente, Europa y Asia lo hace un sitio de accesibilidad relevante.
Sabías qué…
Cubriendo la diferencia horaria entre los centros financieros líderes de Londres y Nueva York en Occidente, y Hong Kong y Tokio en Oriente.
El DIFC estimula el flujo del comercio y las inversiones en el corredor económico sur-sur.
El centro triplicará su capacidad hasta 2024.
Y se establecerá como un destino financiero de clase mundial al ahondar y ampliar el impacto para los sectores constituyentes y globales e invertir en innovación.
El éxito de un venezolano apasionado | Háblese de Gustavo Mirabal Castro
Este venezolano llamado Gustavo Mirabal Castro es un multifacético profesional.
Un hombre de palabra y determinación, de voluntad firme y una pasión increíble por el deporte, las finanzas y por supuesto, las leyes.
Él cree que su éxito como asesor hoy día se debe a que ejerció su carrera como abogado en momentos importantes para su país.
“Creo que mi éxito como abogado y asesor financiero se debe al trabajo que hice cuando trabaja en las entidades bancarias de Venezuela, aprendí mucho”, expresó.
El trabajo de un profesional de las finanzas como Gustavo Mirabal consiste en velar por las necesidades del cliente como si fueran las suyas.
Crear estrategias, analizar el panorama y abrir camino al éxito es también parte de su día a día.
Es por esto que se mudó a los Emiratos y desde allá asumió el reto de crecer aún más, prepararse, codearse con los mejores en su área y tomar riesgos en función de sus proyecciones.
Háblese de Gustavo Mirabal Castro, el empresario venezolano que, con corazón de atleta, ha recorrido el mundo saltando barreras de diversa índole y aún así, su determinación sigue intacta.
Ni los idiomas, las culturas o los retos de la vida en un país que no es el suyo, han hecho declinar al hombre que un día soñó “volar” montado sobre su caballo.
