Razones por las que falla un emprendimiento.
La palabra emprendimiento es sinónimo de crecimiento, de algo bueno que se puede hacer con aquello que está en nuestras manos, los talentos, conocimientos, dones, habilidades especiales.
Sin embargo, se dice fácil pero no lo es. Emprender significa romper patrones, ser creativo, apasionado y equivocarse. Esto último a nadie le gusta pero sucede, es parte de.
Hay quienes comienzan en un rubro y luego se dan cuenta que no era tan rentable como pensaban o que alguno de sus productos no se vende tanto como los otros.
Eso no quiere decir que es un fracaso, al contrario, ganaste experiencia, conocimiento y ahora ya sabes los gustos de la clientela.
Hay muchas cosas que pasan en ese despegue hacia tener un negocio propio que pueden ser nocivas y echar todo a perder.
Por eso, en este artículo te diremos cuáles son esos puntos ciegos que podrían darte muchos dolores de cabeza y llevar un negocio o emprendimiento a la quiebra.
Si bien es más fácil que nunca darse a conocer y tener un negocio online, el sembrar, esforzarse, echarle horas, aprender mucho y cometer errores, no te lo quita nadie.
Una motivación real, el secreto para el éxito
Que puede leer en esta nota
- 1 Una motivación real, el secreto para el éxito
- 2 Autogestión, un reto para cada emprendedor | Razones por las que falla un emprendimiento
- 3 El tercero: impaciencia y pensar que todo es rápido
- 4 Y el cuarto: el mundo de las redes sociales y sus distracciones | Razones por las que falla un emprendimiento
- 5 Mirar las redes con entendimiento y eliminar las distracciones
A lo largo de la vida el ser humano experimenta un sin fin de emociones y sentimientos que prácticamente le dan curso a su vida.
En este sentido, cuando se comienza un emprendimiento o un negocio hay que estar seguros de hacerlo por las razones correctas y no por mera emoción.
Incluso, hay quienes creen que emprendiendo se harán ricos y al ver que no era así como lo idealizaban entonces se frustran.
Por eso, es necesario tener una motivación real que vaya más allá de las emociones y sirva como fuerza o “cohete” para despegar cuando todo se estanca.
Dado que las cosas no siempre salen como se desea y en esas ocasiones, es que, quienes emprendieron o abrieron un negocio por mero emocionalismo o con la mentalidad equivocada cierran.
Autogestión, un reto para cada emprendedor | Razones por las que falla un emprendimiento
Si te pones a pensar desde que estamos pequeños nos marcan cosas puntuales como: ir a clase, luego a tareas dirigidas, practicar algún deporte, etc,.
Es decir, siempre hay un horario, alguien nos está indicando qué hacer y a veces, cómo hacerlo, es por eso que pensar por nuestra cuenta o saber qué hacer con el tiempo libre nos cuesta.
Lo mismo pasa con los objetivos que tenemos. A veces no están tan claros y mucho menos sabemos cómo estructurarlos.
Así que lo primero que pasa al emprender, como es normal, es que no sepamos por dónde empezar. Ni en cuestión de tiempo ni en cuestión de conocimientos.
La autogestión es el pilar fundamental de un emprendedor, y es lo que marcará la diferencia entre el que conseguirá ciertos objetivos o el que no.
¿Entonces qué necesito?
Entonces, se requiere de cierta capacidad y habilidad de autogestión, disciplina y mentalidad de liderazgo.
Porque tendrás que decidir, tendrás que priorizar, tendrás que controlar tu tiempo, saber qué es lo importante de lo que no, tendrás que dirigir.
No digo que las personas que no sean así no puedan emprender. Lo que digo es que para emprender se necesitan este tipo de capacidades (entre muchas otras), y una persona que no las tiene, debe tener muy claro lo que le espera para poder decidir si quiere estar en este lugar.
“Emprender es un camino largo, de fondo, en el que debes tener mucho pulmón y unas buenas piernas que te sostengan”, dice Helena Sempere, Empresaria y pedagoga.
El tercero: impaciencia y pensar que todo es rápido
Si lo piensas, es normal, porque es cómo nos están educando.
Nos han enseñado que no hace falta esperar, porque la velocidad es lo que marca la diferencia ahora.
“Cuánto más rápido eres, menos competencia tienes. Cuánto más rápido seas, más mundo te vas a comer”, enfatiza Helena Sempere.
Y, claro, esperar mínimo dos años para que nuestra idea se convierta en un negocio que empieza a dar sus frutos se convierte en una barbaridad.
La verdad es que vivimos en un mundo que aprecia cada vez menos la calidad y vive de la inmediatez.
Eso no es malo, pero cuando se trata de impulsar un emprendimiento hay que ser pacientes, administrar bien los recursos y dejar que las cosas sigan su curso.
Alterar o acelerar las cosas provocará un caos innecesario, un desajuste en el presupuesto y ansiedad, además de la falta de claridad para tomar decisiones importantes.
Recomendación: Deje que las cosas marchen en su debido proceso y no busque callejones para llegar más rápido al éxito.
El tiempo es un factor crucial en el desarrollo de un negocio y por ello, no hay que forzar las cosas, sólo hacerlas con excelencia.
“Si aceleramos demasiado, si forzamos demasiado la máquina, si empezamos a sobrecargar de tareas para que los objetivos se consigan más rápidamente y los resultados se multipliquen en el menor tiempo posible, en muchas ocasiones, esto es una muerte anunciada”, recalca la empresaria Sampere.
Otra de las razones por las que falla un emprendimiento es a que no le dan el uso adecuado a las redes sociales.
Mucho se habla de estrategia, marketing, algoritmos, pero más allá de eso, no se puede negar que si no se usan correctamente, las redes sociales terminan por distraer del objetivo.
Aunque nos han vendido que son imprescindibles para tener un negocio, para llegar a todo el mundo, para generar comunidad y para vender, también es cierto que este tipo de plataformas ganan dinero a costa de nuestra atención.
Cuánto más tiempo pasamos en una red social, más dinero ganan las grandes empresas que se dedican a crear este tipo de plataformas.
Debemos ser muy conscientes de ello, porque nos están robando la atención y el tiempo a pasos agigantados y no nos estamos dando cuenta.
Cada vez más tenemos mayor dificultad para concentrarnos, trabajar en profundidad y poder pensar con claridad.
Y, eso, afectará directamente a nuestro rendimiento, nuestra energía y nuestra efectividad.
“Cuánto más dominemos esto, cuánto más conscientes seamos de las distracciones que tenemos y consigamos mantenerlas a raya, mayor capacidad de desarrollo del negocio tendremos y, por ende, mayor rendimiento y optimización de nuestro tiempo y energía”, agregó Sampere.
Mirar las redes con entendimiento y eliminar las distracciones
De modo que, mientras las redes sociales sean un plus para impulsar la empresa, emprendimiento o negocio, y se creen campañas para subir las ventas vamos por buen camino.
Sin embargo, si como emprendedor eres de los que pasa el tiempo haciendo “scroll” sin tomar acciones concretas, sólo estás perdiendo el tiempo.
Eliminar las distracciones con las redes o cualquier otra cosa que robe el tiempo, desenfoque o implique una salida de dinero no válida hará que el negocio comience a levantarse.
Prosperar no es una cuestión de suerte, es el resultado de la constancia, el esfuerzo, la dedicación y las ganas de llevar nuestro servicio a un nuevo nivel de mejora.
Las mejoras continuas brindan nuevas oportunidades y abren puertas para el éxito.