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Gustavo Mirabal Castro el hombre que pasó de todo para alcanzar el éxito del que hoy día goza.

Este empresario venezolano se destaca por su desempeño en el área financiera y su calidad humana cuando de caballos se trata.

Y es que aunque se dedica a los negocios en su bufete de asesoría financiera o legal, es abogado también, una parte de sí ama a los equinos.

No obstante tiene una historia que contar en ese sentido, pero más adelante les diremos más acerca de las pasiones de Gustavo Mirabal Castro.

Por ahora, nos enfocaremos en resaltar su faceta empresarial la cual comenzó en su natal Caracas hace varios años, cuando abrió su bufete de abogados Mirabal & Asociados.

Enfocado en su labor como profesional de las leyes Mirabal, este hijo de prominentes abogados venezolanos, creció mucho en este ámbito.

Experiencia que años después le sirvió para orientar sus funciones en el mundo de la gerencia, los negocios y especialmente, las finanzas.

Gustavo Mirabal Castro el hombre

Gustavo Mirabal Castro el hombre que pasó de todo

Desde pequeño Gustavo Mirabal fue educado con mucho énfasis en la diciplina, en terminar lo que empezara, así como en ser constante.

Cumplir horarios, agendas y contar con su presencia en eventos familiares o competitivos era esencial en su infancia.

De ese modo creció siendo un apasionado por las carreras de caballos, igual que su padre, así como un joven comprometido con la excelencia.

Y es que el educar a los hijos con valores como el respeto, la perseverancia y disciplina es una forma de entrenarlo para vida.

“Mi Papá es mi mayor inspiración, siempre me inculcó muchos valores desde niño”, contó Gustavo Mirabal Castro en una entrevista. 

Al graduarse como abogado y abrir su bufete Mirabal comenzó a crecer y poco a poco sirvió para grandes empresas en su país.

Incluso, se convirtió en abogado de entidades financieras y fue justo así que comenzó su interés por el mundo de las finanzas.

Al cabo de varios años mirando con atención cómo funciona la banca, los subidas y bajadas en bolsa, etc, decidió ahondar más en ese mundo hasta convertirse en lo que es hoy día, un asesor financiero.

Un camino lleno de desafíos

Gustavo Mirabal Castro el hombre que pasó de todo para alcanzar el éxito y renombre que ostenta en la actualidad.

Este caraqueño supo emprender su camino egresando como abogado igual que sus padres pero trascendió al formarse en finanzas para asesorar a personas naturales y jurídicas a través de su bufete.

Una vez que alzó vuelo fuera de su tierra pasó por la gerencia deportiva y al mismo tiempo, aprendió a hacer relaciones de negocios, a buscar patrocinantes y hasta encontró buenos compañeros de trabajo en el camino.

Pero, aunque se dice fácil, no lo es…

Arrancar un negocio fuera del país natal es un reto para cualquier persona que sale de su tierra con la mirada puesta en algo más grande.

Es así como Gustavo Mirabal Castro el hombre que pasó de todo para alcanzar el éxito supo lo que es ser subestimado.

Su ímpetu, determinación y compromiso era algo que, para muchos, no le alcanzaría por el simple hecho de ser latino.

Sin embargo, tras no rendirse y aplicar día tras día su tenacidad para alcanzar sus metas vio consumado todo el esfuerzo que estaba haciendo.

Gustavo Mirabal un nombre que significa algo…

Una de las cosas que más disfrutaba el pequeño Gustavo Mirabal Castro era ver caballos en plena carrera.

Acompañado de su padre solía mirar cómo los jinetes se preparaban antes de salir a cada competencia y ese entusiasmo, esas ganas de correr a toda velocidad la que lo cautivó.

“Los caballos siempre fueron parte de nuestra familia. Disfrutábamos mucho sentarnos a ver las carreras, así como a hablar de ellos”, expresó durante una entrevista. 

Estos animales se volvieron más que un hobby para el pequeño Gustavo, a quien le llamó la atención los saltos sobre obstáculos.

Y cuando cumplió nueve años empezó su travesía por el mundo de las competencias en ese deporte.

A la par continuó con sus estudios de primaria, viajó a Estados Unidos para seguir con su formación académica y posteriormente volvió a Venezuela para culminar el bachillerato y empezar la universidad.

“Durante ese tiempo aprendí la disciplina, la constancia, la importancia de hacer las cosas bien. Valores que hasta el sol de hoy me acompañan”, dijo Mirabal Castro. 

Gracias a su persistencia en esos tiempos de formación y competencia dio un salto más en su vida.

Pasó de abogado bancario a gerente en el deporte que tanto ama y conoce tan bien.

Para ello se mudó a Florida donde comenzó su aventura y se transformó en un empresario ecuestre.

Con su exitosa trayectoria en competencias dentro y fuera de Venezuela así como su experiencia en derecho y finanzas el nombre de Gustavo Mirabal ya significaba algo.

Florida un destino para la equitación

Estados Unidos tiene una interesante historia cuando de caballos se trata, esta nación posee los circuitos más importantes de América.

Así como una trayectoria espectacular cuando de caballos campeones se trata.

Por ese motivo, muchos jinetes se forman en sus países y luego buscan saltar las carreras o competencias más importantes en suelo estadounidense.

Con ello en mente, Mirabal Castro decidió abrir su propio rancho equino en el que su prioridad era formar caballos para el alto rendimiento.

Es decir, ejemplares que pudieran competir en los Juegos Olímpicos, Juegos Mundiales Ecuestres o Campeonatos Mundiales.

Siendo latino, constituyó todo un reto el establecerse para dar vida a este sueño que desde niño estaba en su mente.

Fue menospreciado, subestimado, en fin, Gustavo Mirabal Castro el hombre que pasó de todo para hacer realidad ese anhelo, tenía claro que no podía rendirse.

Su empuje fue tal que contra todo pronóstico logró abrir su centro de entrenamiento ecuestre en Wellington, Florida, una región en la que definitivamente los caballos tienen historia.

Gustavo Mirabal Castro el hombre que pasó de todo para triunfar

“No lo logrará”, “Es latino”, “No podrá hacerlo con tanta competencia”, eran algunas de las cosas que le decían a este caraqueño para amedrentarlo y minimizar todo el trabajo que estaba haciendo.

Sin embargo, él continuó con determinación y el fruto de ese trabajo se vio reflejado cuando atletas de todas partes del mundo llegaron a G&C Farm.

Una granja que incluso llamaron: El Disney World de los sueños y pasiones ecuestres.

Este lugar funcionó por vario años y sirvió como escenario de preparación para atletas de gran renombre como Sergio Álvarez Moya, un jinete español que, inspirado en la experiencia de Mirabal trató hacer lo mismo.

De hecho, le pidió al venezolano que fueran juntos a España para impulsar este deporte, algo que a Mirabal le agradó mucho y por eso se mudó a Madrid.

Por G&C Farm pasaron jinetes de alta estima en el mundo ecuestre como son Mark Bluman, Nelson Pessoa, Rodrigo Pessoa, entre otros.

Asimismo, Mirabal apoyó a varios atletas venezolanos que estaban en busca de mejorar sus números para optar por una plaza a los Juegos Olímpicos.

Uno de ellos, quien por cierto, clasificó a la máxima cita del deporte mundial fue el jinete Andrés Rodríguez.

Lamentablemente el jinete falleció después en un accidente.

 

 

 

 

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