Velas de soja un millonario emprendimiento | Pareja argentina

Velas de soja un millonario emprendimiento

Velas de soja un millonario emprendimiento 
Magui González y su marido Leo Crespo

El 2020 le tenía a esta pareja argentina algo muy especial pese a la pandemia y que perdieron sus bebé.

Magui González y Leo Crespo estaban dispuestos a hacer algo que les ayudara a superar su pérdida al mismo tiempo darle un toque decorativo a su hogar.

El hobby de ambos era trabajar la soja y a partir de ella comenzaron a hacer sus propias velas y poco a poco añadieron otros productos elaborados por ellos mismos.

Ahora tienen jabones de soja y aromatizantes. Estos tres productos le han dado en este año de pandemia un motivo muy especial para celebrar.

Al día de hoy facturan $200.000 por mes y la empresa está creciendo porque además de ser decorativas, las velas han cobrado un sentido muy especial durante la pandemia.

A principios de 2019 y con la ayuda de su marido Leo, comenzaron a fabricar velas y aromatizantes de soja para un negocio que hoy lleva el nombre de la bebé: Aurelia.

Si bien el emprendimiento tiene más de un año funcionando, no fue sino hasta marzo de 2020 que empezó a generar ganancias y hoy ya facturan al rededor de $200.000 mensuales.

Conozcamos la historia… Velas de soja un millonario emprendimiento

¿Cómo lo hicieron? Es lo que vamos a contarle a lo largo de este post en el cual surge un motivo para comprar y obsequiar este tipo de velas.

“Arrancamos muy tranquilos y en marzo explotó todo, hubo un boom que superó nuestras expectativas. Veníamos muy abajo en las ventas hasta la pandemia. Nosotros lo relacionamos a que la gente le ha empezado a prestar más atención a la casa”, dijo Magui González al diario La Nación.

La joven pareja argentina no podía creer lo que les estaba pasando, es como si la vida les estuviera dando una nueva oportunidad para ser felices y creer en sus sueños.

Su hobby se ha convertido en una pasión, un motivo para luchar y salir adelante financieramente.

Tras la pérdida de su bebé decidieron enfocar toda su concentración en algo que fuera beneficioso para ellos como pareja y por ende para su hogar.

Así que comenzaron a crear sus productos de soja y sin darse cuenta, esa es la puerta que los llevaría a convertirse en luz durante la pandemia.

Coronavirus, lo inesperado del 2020

El 2020 comenzó y con él vino una pandemia que tiene azotado al mundo entero causando más de un millón de muertes a nivel global.

La esperanza de muchos se fue apagando cual vela, y, en una situación como esa la creación de Magui y Leo cobró un gran sentido emocional.

En la actualidad, el negocio realiza envíos a todo el país y, aunque la fabricación de los productos lo hacen ellos mismos, no ven lejana la posibilidad de contratar a alguien para cumplir con los pedidos.

“La aceptación de los productos es fantástica. Trato de tener stock siempre. Vendemos mayoristas y minoristas”, cuenta Magui González.

Los productos de esta pareja son toda una sensación y se han enviado al sur de Argentina, Córdoba, Santa Fe y Neuquén.

Su éxito es tal que se encuentran full de trabajo contó la emprendedora que no imaginaba tener un negocio tan rentable. Para ella y su marido era tan solo un hobby:

“Estamos cumpliendo con lo justo, porque no nos damos abasto con todos los pedidos porque los hacemos con mi marido”, agregó.

Velas de soja un millonario emprendimiento

Las velas representan la luz y es el sentido que le han dado muchos de los clientes de Magui y Leo al trabajo que vienen haciendo, sobre todo en época de pandemia.

A raíz de que muchas personas se han enfermado y no encuentran esperanza para su vida, los clientes de esta pareja argentina han encontrado en las velas de soja algo muy interesante…

Se trata de enviar un mensaje de aliento a quienes han resultado positivo en la prueba del Covid-19.

“Antes de la pandemia habíamos hecho un showroom en casa, pero lo cerramos”, narró Magui. 

Sostuvo que los productos que hacen no están caros, aunque el margen de rentabilidad tampoco es muy alto.

“A veces, nos cuestionamos si no estamos poniéndole mucho el cuerpo”, planteó Magui. 

El negocio de las velas de soja inició con una inversión de $7000, pero en el medio hubo una serie de cursos que debieron tomar para poner manos a la obra y comenzar la producción en masa.

Y aunque al principio las expectativas de fabricar velas de soja no eran muy altas, cuenta que han logrado lo que querían:

“Apuntamos a todos los niveles sociales: altos y bajos. Nuestros productos llegan a todos, era lo que buscábamos. Queremos llevar algo lindo a quienes la consumen”.

¿Cómo surge la idea de crear velas de soja?

Magui González trabajaba en una sucursal bancaria como oficial negocios PYME (Pequeña y Mediana Industria), pero tras renunciar a ese empleo decide achicar gastos en su casa…

Y es ahí cuando viene la pérdida de su bebé y la necesidad de hacer algo que la saque a ella y a su marido de la tristeza.

Comenzaron a hacer velas como un hobby y de repente surge la idea de crear una línea de productos que los lleve más lejos.

Otra historia de éxito producto de la soja – Velas de soja un millonario emprendimiento

Así como Magui González y Leo Crespo crearon sus productos a base de esta materia prima natural,  María Fe Delrío también lo hizo.

María Fe como se le conoce en las redes sociales, es una instrumentadora quirúrgica que en los días hábiles trabaja en un centro de otorrinolaringología y en paralelo lleva adelante Illuminare, un negocio de velas y aromatizantes que inició a finales de 2019.

“Me di cuenta que a partir de la soja podía hacer un producto natural y no dudé en hacerlo. Las inversiones las fui haciendo de a poco con mi sueldo”, narró . 

El negocio comenzó a tener una facturación de aproximadamente $30.000 mensuales. Lo más costoso del producto, según advirtió, son las esencias, que abarcan el 80% del costo total de la vela.

María Fe Delrío

Crecimiento en pandemia

La misma transformación que han visto Magui y su marido Leo en las ventas la ha tenido María Fe Delrío.

Mucha gente regala velas para pacientes con Covid-19, cuando me hacen los pedidos, piden que agregue una tarjeta con un mensaje. Una vela es una luz, y el mensaje que quieren enviar es muy fuerte. Quizás no es tanto por la decoración, sino por el significado”, observó.

Sea como decoración u obsequio, en Argentina estas velas están de moda y son una agradable opción para tener en casa.

Y aunque quizá al principio María Fe no le vio mucha rentabilidad porque casi todo era para el negocio, ella confió en el proceso y creyó en la satisfacción postergada.

Un principio financiero que le ha ayudado a seguir de pie y como ella misma cuenta: pesito a pesito fue armando su stock.

“Yo no tenía ahorros, tampoco podía invertir mucho en producción, empecé pesito a pesito. En pandemia no trabajé, y eso me hizo meter mucha pila al emprendimiento para poder vender. Es un producto que no es difícil de hacer, solo demanda tiempo”, destacó.

El Dato:

Las velas de soja a diferencia de las normales no tiene cuerpo, es decir, que nunca la encontrarás parada y esa es la razón por la que siempre vas a verla en un frasco.

Es un producto biodegradable, orgánico y no contiene parafina. 

Así que de alguna u otra forma, al comprar una vela de soja se está contribuyendo con un mundo más saludable y ecológico.

Velas de María Fe Delrío

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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