La inflación sigue golpeando a Estados Unidos tras meses y meses en números negativos.
Esta vez la inflación fue de 8,2%, una décima menos que en agosto.
Pero siguen creciendo los costos de los productos no relacionados a la energía y los alimentos, que alcanzaron su máximo anual en 40 años.
Así lo publicó el Departamento del Trabajo.
Dichas cifras suponen una ralentización muy leve ya que el mes pasado la subida de precios en un año había sido del 8.3%.
A pesar de las fuertes medidas para detener el crecimiento inflacionario, ésta sigue su paso y le complica la tarea al presidente Joe Biden.
Puesto que se encuentra a un mes de las elecciones de medio mandato, y tras los resultados de septiembre admitió la posibilidad de una recesión.
Los estadounidenses experimentan ahora mismo un cambio rotundo en los precios de los productos, todo es ahora más caro, y su capacidad para comprar se ve afectada por ello.
El alza de los precios en tan solo un mes lo que demuestra que la inflación es tenaz: el aumento de los precios volvió a acelerarse, subiendo un 0.4% entre agosto y septiembre, frente al 0.1% entre julio y agosto.
Y eso es más que el incremento del 0.3% que esperaban los analistas.
La pregunta es ¿Quiénes sufren estas consecuencias? La respuesta: Todos. Pero, sobre todo, las personas que pagan alquiler de vivienda.
Otro sector donde el aumento de los precios se ve reflejado de una manera importante es el de la gasolina.
Sin embargo, cayeron un 4.9%, continuando así su caída después de haber subido debido a la guerra en Ucrania.
En un comunicado, el Departamento del Trabajo dijo:
Las subidas de precios de alquileres de inmuebles, alimentos y atención médica “fueron los principales factores que contribuyeron al aumento mensual”.
La inflación sigue golpeando a Estados Unidos
Tras la divulgación de esta información los mercados mostraron sus tendencias a la baja.
En este sentido, los principales mercados de EEUU sufrieron una fuerte caída, y los futuros del índice Dow Jones pasaron abruptamente de un aumento de cientos de puntos a un descenso de 400 puntos, en cuestión de segundos.
Posteriormente, en las primeras negociaciones de la apertura de los mercados, el principal indicador retrocedía alrededor de 500 puntos (-1,7%).
Mientras que el selectivo S&P 500 cae 2,8% y el tecnológico Nasdaq cede 2,8%.
Inflación subyacente
La llamada inflación subyacente, que excluye los precios volátiles de los alimentos y la energía, se mantuvo estable en un mes, en 0.6%, pero se aceleró en un año, a 6.6 por ciento.
Es incluso un “nuevo máximo en 40 años”, señala Rubeela Farooqi, economista jefe de la consultora HFE.
“Los precios al consumidor sorprendieron al alza en septiembre”, comentó.
Revisando la variación interanual por componentes, las cifras son de auténtico pasmo.
La comida sube un 11,2%, la energía un 19,8%, la gasolina un 18,2%, la electricidad un 15,5%, los servicios un 6,7% y la vivienda un 6,6%.
¿Frenará esto las subidas de interés por parte de la FED? | La inflación sigue golpeando a Estados Unidos
Viendo estos números uno podría preguntarse si la subida de tipos de interés que viene haciendo la Reserva Federal este año se detendrá.
Y la respuesta ante esta interrogante es NO. No, no se detendrá. El organismo planea seguir con esta medida para tratar de detener la inflación.
Más conforme pasa el tiempo esta última sigue en asenso y la población es la que recibe todos los golpes fuertes al tener que pagar más caro por todo.
Desde el caramelo en una tienda hasta la comida en el supermercado.
La Reserva Federal ha aumentado su tipo de interés a corto plazo en 3 puntos porcentuales desde marzo, el ritmo más rápido de subidas desde principios de la década de 1980.
Estas subidas tienen por objeto aumentar los costes de los préstamos hipotecarios, de los préstamos para automóviles y de los préstamos a las empresas.
Con el fin de enfriar la inflación mediante la desaceleración de la economía.
Mientras tanto, la inflación persistentemente alta y la rigidez del mercado laboral permiten al banco central estadounidense mantener su agresiva política monetaria durante un tiempo.
La Reserva Federal y otros bancos centrales de Europa y Asia han subido los tipos con un margen inusualmente grande para enfriar una inflación que está en máximos de varias décadas.
Pero los operadores temen que puedan llevar a la economía mundial a una recesión.
Lo que se espera | La inflación sigue golpeando a Estados Unidos
Antes de conocerse el IPC de septiembre, el mercado daba un 83% de probabilidades de una cuarta subida.
Seguida de tipos de 75 puntos básicos por parte de la Fed en su reunión de noviembre.
Además de solo un 17% a la posibilidad de un alza de 50 puntos básicos.
Tras la lectura, se da un 96% de probabilidades a un alza de 75 y un 4% a una de 100.
Lo que refuerza la decisión de la Fed de subir los tipos otros 125 puntos básicos antes de fin de año.
Hasta que estos alcancen el rango 4,25%-4,50%, como preveía en sus perspectivas de septiembre y como coinciden los analistas.
Antes del IPC de este jueves, los mercados apostaban por un techo cercano al 4,7% en marzo de 2023 y progresivos recortes hasta el 4,3% al comenzar 2024.
Tras el informe de la BLS, las apuestas ya contemplan un tipo máximo del 4,92% para marzo de 2023.
El Dato:
En junio de 2022 la inflación en Estados Unidos alcanzó su punto más alto al registrar un incremento de 9.1% interanual.
Lo que se conoce como el mayor aumento desde diciembre de 1981.
Con unas elecciones casi en la puerta
Este año ha hecho cambiar la perspectiva de la gente en Estados Unidos, por lo que, con unas elecciones casi en la puerta, el panorama no es alentador para el Presidente.
A pesar de la continua moderación a medida que las cadenas de abastecimiento se relajan y los precios del petróleo retroceden desde los máximos de la primavera boreal, la inflación se sitúa muy por encima del objetivo del 2% de la Fed.
Y, a medida que se acercan las elecciones, los estadounidenses tienen una visión cada vez más negativa de sus finanzas, según una nueva encuesta de The Associated Press-NORC Center for Public Affairs Research.
Aproximadamente el 46% de las personas describen ahora su situación financiera personal como mala, frente al 37% de marzo.
Este considerable descenso contrasta con las lecturas mayoritariamente estables que se habían mantenido durante la pandemia.
“La Fed ha dejado claro que su prioridad número uno ahora mismo es la estabilidad de los precios”, dijo Dustin Thackeray, director de inversiones de Crewe Advisors.
“Hasta que la Fed no vea una evidencia sostenida de que su política monetaria está teniendo un impacto material en… el mercado laboral, mantendrán sus esfuerzos persistentes en frenar las presiones inflacionistas”.
Mientras la inflación siga siendo el mayor problema de la economía, la Fed se centrará más en controlar los precios. Al fin y al cabo, la tasa de desempleo está en el 3,5%, el nivel más bajo en medio siglo.
Inflación de Estados Unidos se mantiene con tendencia al alza
Por su parte el presidente de esa nación Joe Biden, declaró en un comunicado que a pesar de todo los precios están estables.
“En general, los precios se han mantenido esencialmente estables en nuestro país estos últimos dos meses: esa es una buena noticia para las familias estadounidenses, aunque aún hay mucho trabajo por hacer”, expresó el Presidente.
Según él, “llevará más tiempo y determinación reducir la inflación”, y recordó su recientemente aprobada Ley para la Reducción de la Inflación, con la que prevé reducir los precios a largo plazo, invirtiendo en la industria de la energía verde en el país y en reducir las emisiones de gases contaminantes.